El famoso cantante ha escogido el Mediterráneo para disfruta del sol y la playa, primero en Saint Tropez y ahora en la isla de Cerdeña.
Ver a Elton John en bermudas es casi una cita ineludible de cada verano. Algo así como el posado veraniego protagonizado todos los años por Ana Obregón (a excepción de este 2018 por motivos familiares). Este año el afamado cantante junto a su marido David Furnish y sus dos hijos, Zachary y Elijah, se ha desplazado hasta Europa para pasar las vacaciones estivales en unas localizaciones envidiables.
A comienzos del mes de julio tomaron tierra en Saint-Tropez, la ciudad francesa donde se concentran más famosos por metro cuadrado. Allí disfrutando de todos los lujos de la Costa Azul. Esta vez también en compañía de otros conocidos rostros como son el actor Neil Patrick Harris ('Cómo conocí a vuestra madre') junto a su novio el también actor David Burtka y sus dos hijos mellizos, Gideon y Harper. Las dos familias pasearon a sus anchas por la ciudad, tomaron el sol en el exclusivo chiringuito 'Le Club 55', disfrutando de unos helados en un puesto del embarcadero donde cogieron un kayak para que los llevase hasta el yate propiedad del cantante.Saint-Tropez y Cerdeña fueron los lugares escogidos
Después de unos días en la cotizada costa francesa, la familia John-Furnish puso rumbo a su siguiente emplazamiento veraniego: Porto Rotongo, una pequeña localidad en el norte de la isla italiana de Cerdeña. Allí los planes no fueron muy distintos a los ya mencionados ya que la finalidad del cantante británico es descansar lo máximo posible. Por ello la mejor idea fue recostarse durante la mañana en una de las playas de ensueño de la isla donde los pequeños disfrutaron de unos baños e incluso tuvieron la suerte de que David Furnish les compró unas pulsera en un vendedor ambulante.
Posteriormente se desplazaron hasta el puerto donde tomaron también una pequeña embarcación para que los llevase hasta el mencionado yate del cantante. Pero Elton John ya no está para muchos trotes y, como ya le pasó en Saint-Tropez, subirse a un kayak es toda una actividad de riesgo a su edad. Para ello los guardas de seguridad y los trabajadores del embarcadero han tenido que ayudarle a subir para evitar males mayores. Así que con toda la buena fe del mundo, tomaron al cantante en brazos y, a juzgar por su cara, no era un tarea sencilla.