Si nombramos el apellido Olsen lo primero que se le viene a uno o a una a la cabeza son las gemelas Olsen, Mary-Kate y Ashley, las mediáticas hermanas que saltaron a la fama como actrices en los años noventa. Hasta hace pocos años eran las dos únicas Olsen que despuntaban, aunque ya no se dedicasen a la fama y procurasen aparecer poco en el panorama mediático. Pero poco a poco una nueva Olsen se ha ido abriendo camino ella sola hasta el estrellato.
Elizabeth Olsen vivió toda su adolescencia a la sombra de la fama de sus hermanas. Sus primeros papeles como actriz fueron para producciones de las gemelas y su carrera se vio sumamente afectada en 2004 cuando Mary-Kate Olsen anunció que sufría anorexia. Durante años se dedicó a interpretar pequeños papeles mientras cursaba estudios artísticos en diversas universidades y escuelas del mundo, como la Escuela de teatro de Arte de Moscú o la Universidad de Nueva York. Y no fue hasta 2011, con 22 años, cuando finalmente empezó a resonar su nombre gracias a su papel protagonista en la película 'Martha Marcy May Marlene', por la que fue nominada y ganó numerosos premios concedidos por la crítica.
Quizá su papel más famoso y por el que todo el mundo la conoce es por interpretar a la Bruja Escarlata en las películas de Marvel. Ha sido a raíz de ese papel cuando su nombre ha llegado a todas las esquinas de la Tierra. Ahora es Elizabeth Olsen, conocida como 'la otra Olsen', la hermana que acapara todos los focos y cámaras.
Siguió casi todos los pasos de sus hermanas
Empezó a actuar a una edad muy joven influenciada por la participación de su familia en el mundo del espectáculo. Con Mary-Kate y Ashely como ejemplos a seguir, Elizabeth Olsen quiso participar en las producciones de las gemelas desde muy pequeña, destacando sus pequeños papeles en 'How the West Was Fun' y la serie de videos musicales 'The Adventures of Mary-Kate & Ashley'. Pero a diferencia de las gemelas, Elizabeth Olsen no dejó la interpretación cuando terminó su adolescencia.
Si algo aprendió de la experiencia de sus hermanas en el mundo de Hollywood fue que ella no ansiaba la fama ni necesitaba destacar como una gran artista. Lizzy Olsen tan solo quería dedicarse a lo que más le gustaba, la intepretación, sin necesidad de generarse un hombre por ello. Entre sus planes estaba dedicarse al teatro y el cine de autor y nunca pensó que terminaría convirtiéndose en una de las estrellas de Marvel. Es por ello que antes de despegar su carrera en Hollywood a los 22 años se dedicaba a participar en obras de teatro de poca categoría.
Además, tampoco estaba preocupada por no convertirse en actriz. Entre sus otras alternativas se encontraba ser jugadora profesional de baloncesto. Gracias a su altura y su habilidad para el deporte y el baile Elizabeth Olsen destacaba en el baloncesto y se dedicaba a entrenar por las noches para seguir perfeccionando su técnica. También se encontraba entre sus alternativas convertirse en empresaria como sus hermanas. Olsen destacó a lo largo de primaria y secundaria por ser una alumna de sobresalientes y cuando sus hermanas empezaron a fundar sus propias marcas de ropa y cosméticos vio en ello una oportunidad.
Pero tras el éxito de su primera película protagónica en Sundace, 'Martha Marcy May Marlene', éxito que la pequeña de las Olsen no se esperaba, quedó claro que Lizzy estaba destinada a seguir el camino de las estrellas hacia Hollywood.
Una infancia a la sombra de sus hermanas
Para Elizabeth Olsen no fue sencillo llevar una vida normal. Durante su etapa en el instituto tuvo que utilizar su segundo nombre como apellido para no ser reconocida por sus compañeros de clase, ya que la fama de sus hermanas la seguía allá donde fuese. Y la cosa no quedó ahí. A los 18 años, Elizabeth decidió volar a la otra punta de Estados Unidos para comenzar sus estudios apartada del potente halo de fama de sus hermanas. Se instaló en Manhattan para comenzar a estudiar en la Universidad de Nueva York, pero incluso allí se encontró con la sombra de las gemelas. Fue entonces cuando se la comenzó a llamar 'la tercera hermana Olsen'.
Los estudiantes del campus llamaban a la puerta de su habitación en la residencia universitaria tan solo para verla. Es por esto que, poco tiempo después, decidió dejar sus estudios universitarios aparcados y volar a Moscó para estudiar teatro. Fue ahí donde brevemente pudo disfrutar del anonimato.
Del cine de autor a Marvel
Si alguien le hubiese dicho a Elizabeth Olsen hace seis años que sería una de las caras de una franquicia de superhéroes la actriz se hubiese reído incrédula. Y menuda franquicia. Nada más y nada menos que Marvel.
Curiosamente, Olsen siempre se ha considerado una fan del género de ciencia ficción y fantasía. Dos de sus sagas favoritas cuando era una adolescente eran 'Star Wars' y 'El señor de los anillos' y desde muy pequeña le apasionó el mundo de los superhéroes, pero nunca pensó que su camino la llevaría a formar parte del Universo Cinematográfico de Marvel.
Para ella, el cambio del cine indie a una gran franquicia de Hollywood fue del todo desconocido y excitante. Durante las reuniones que mantuvo con el equipo de Marvel ni siquiera sabía qué papel iba a interpretar. Nada podía filtrarse al exterior. De hecho, para ella fue toda una sorpresa enterarse de que una de sus coprotagonistas sería Scarlett Johansson, uno de sus ejemplos a seguir en el ámbito profesional. Desde ese momento hasta el día de hoy solo han pasado unos pocos años, pero Elizabeth Olsen se ha convertido en todo un icono de la gran pantalla.
Pese a todo, ama a sus hermanas
Como se ha mencionado antes, Lizzy Olsen ha vivido toda su niñez y adolescencia bajo la sombra de sus hermanas, pero eso no ha hecho que la pequeña de las Olsen desarrolle alguna especie de aversión hacia las gemelas. Para Elizabeth, Mary-Kate y Ashley Olsen son dos de sus mayores pilares, habiéndole enseñado cosas tan importantes como su forma de comportarse ante la prensa y la manera de sobrellevar la fama. Considera a las gemelas dos personas inteligentes y creativas y en más de una ocasión ha confesado estar impresionada por su ética de trabajo y su calidad como diseñadoras.
Por otro lado, algo que las tres gemelas siempre han defendido es que Lizzy Olsen nunca ha conseguido un papel por el apellido Olsen, habiendo tenido que labrarse ella sola su camino, un camino que ha destacado por muchos rechazos durante su adolescencia. Pero la actriz nunca se ha rendido y ya llegado hasta donde está ahora gracias a su fortaleza y determinación.
Elizabeth Olsen es todo un ejemplo de que un reconocido apellido no tiene por qué alzar a la fama a todos los miembros que lo portan. La 'otra Olsen' ha sabido desligarse de su apellido y alcanzar la fama por su propia mano. Aunque ha pasado desapercibida durante años, Lizzy Olsen ha entrado en Hollywood pisando fuerte, pudiendo decirse que, actualmente, su fama puede hacer competencia a la de sus hermanas mayores.