A pesar de ello, ambos padres mostraban confesaban su felicidad tras la ceremonia, que había salido como esperaban: "Súper bien. Se ha portado súper bien. Yo pensé que iba a montarla cuando le pusieron el agua, pero no", reconocía feliz la madre de la pequeña. También se produjeron momentos muy divertidos y tiernos, sobre todo cuando la pequeña Camila, de apenas un año, se 'comunicó' durante la ceremonia a gritos con su primo Oliver, de su misma edad: "Así toda la misa", recordaba Elena Tablada.
La que fue pareja de David Bisbal asegura que, dadas las medidas, tuvieron que recudir de manera importante lal lista de invitados, pero tenían claro que "no queríamos saltarnos las normas ni un poquito" para evitar que el bautizo luego estuviese enturbiado por las críticas. En este reducido grupo de invitados confiesa que "están los más allegados", y los que faltan "están nuestros corazones", especialmente de su abuela, que fallecía de Coronavirus el pasado mes de noviembre.
Ella Bisbal, un día complicado
En cuanto a los otros grandes protagonistas del día, los padrinos, la elección de los papás fue de la forma más tradicional: uno de cada lado de la familia. Por parte de Elena Tablada, una prima suya; por parte de Javier Ungría, su mejor amigo.