La polémica está servida y más a través de las redes sociales después de que se haya celebrado una boda en Madrid entre Jaime Navarro, canterano del Real Madrid, y Beatriz Ungría, hermana de Javier Ungría y cuñada de Elena Tablada. Las críticas se han desatado porque han salido a la luz diversos vídeos y fotografías en los que se puede apreciar la ausencia de mascarillas entre los invitados.
Pensé que sería de antes de la pandemia porque no había ni un solo invitado con mascarilla hasta que me fijé en el camarero: pic.twitter.com/mf1xeJ0yMm
? Misifú (@menganita79) February 7, 2021
Esta celebración ha tenido lugar en el Casino de Madrid y consiguió reunir a numerosos amigos y familiares de los novios. "Si tenéis que celebrar algo, hacedlo en Madrid, que no hay covid. Así se celebró ayer una boda en el Casino de Madrid. Eso sí, vivir bajo la vieja normalidad hay que pagarlo...", se puede leer en uno de los tuits que señalan a esta fiesta como inapropiada en medio de la pandemia por el coronavirus.
En las imágenes, en las que no se aprecia que ninguno de los presentes llevara mascarilla ni cumpliera con las medidas impuestas por la Comunidad de Madrid, se puede ver cómo los novios entran al salón del banquete entre bailes y aplausos de los presentes, indignando a todo aquel que está siendo cauto y está respetando a rajatabla cualquier normativa relacionada con el Covid-19.
Una de las personas que se ha visto en la necesidad de aclararlo, o al menos de dar su versión, ha sido Elena Tablada, que al parecer no ha parado de recibir mensajes a través de sus redes sociales. "Se nos hizo PCR a todos los invitados y solo pudimos acudir los que tuvimos resultado negativo, se cumplió con todas las normativas", ha dicho la diseñadora de joyas ante el revuelo que se ha generado.
Solo los camareros llevaban mascarilla
Por otro lado, fuentes cercanas a los novios han aclarado al medio ABC cómo se procedió en dicha boda, diciendo que se cumplieron con todos los protocolos y los aforos marcados por ley para eventos de estas características. Hubo menos de cincuenta invitados, mesas de cuatro comensales y se realizó la correspondiente higenización del local, no obstante, los camareros no se sometieron a una PCR y sí llevaban mascarillas.
En vista de cómo se han desarrollado los acontecimientos, y según señalan fuentes de la Consejería de Sanidad al medio El Mundo, la Comunidad de Madrid ha dado traslado del caso a la Policía Municipal de la capital para que se compruebe si la boda incumplía las medidas sanitarias impuestas por la Comunidad de Madrid. En la web del Gobierno de la misma comunidad se especifica que la celebración de bodas y eventos sociales está permitida tanto en interior como en exterior al 50% de aforo, aunque no hay que olvidar el uso de mascarilla, y también está prohibido tanto el baile como el cóctel, y que el consumo debe hacerse en las mesas.