La feliz está muy feliz con su pareja, con la que tiene una relación muy discreta y quien se ha mantenido al margen durante su concurso.
La vida de Elena Rodríguez poco a poco va volviendo a la normalidad después de su paso por 'Supervivientes 2020'. La concursante estuvo prácticamente hasta el final del concurso, aunque tuvo sus momentos de flaqueza e incluso en más de una ocasión pidió ser expulsada para volver a ver a su familia. Tras revelar todo lo que vivió cuando era una niña -su madre la golpeaba porque tenía dislexia, aunque en ese momento no lo sabía- y culpabilizarse por todo lo que pasaron sus hijos cuando eran unos niños por culpa de una relación fallida, ahora está refugiándose en una de las personas más importantes de su vida, Pedro Solà.
La televisiva ha querido recuperar el tiempo perdido con su pareja, con el que lleva saliendo cerca de cuatro años. Ha sido en la revista Lecturas en la que se les ha podido ver juntos, disfrutando de su amor con las medidas pertinentes, llevando mascarilla en todo momento. En su paso en el concurso, el empresario ha preferido estar en un segundo plano, aunque ha seguido a su chica en todo momento, y sobre su paso por 'Supervivientes 2020', ha dicho: "Veo a Elena muy cambiada, necesitaba liberarse de cargas emocionales". Eso sí, no ha acudido a ningún plató de televisión, siendo otras personas como una de sus hermanas o su hija las que la han defendido en plató.
Un reencuentro muy esperado
También en el concurso confesó que quizás no había demostrado a su pareja todo el amor que siente por él, por eso le declaró todo lo que sentía, entre lágrimas y con el deseo de reencontrarse cuanto antes con él, algo que por fin ha hecho.