Algo obvio por su parte, ya que si nos detenemos en todo aquello que forma parte de la gran mansion que la expareja aun siguen poseyendo en la colonia Puerta del Hierro de Madrid, nos encontramos connque todo aquello que guardan y protegen sua muros merece realmente la pena. No hace falta añadir, además, la exclusividad de la que hoy en dia presume esta zona residencial de la capital, contando con lujosas casas muy cercanas a ella. Muchas de ellas, incluso con propietarios de renombre, destacando a imágenes tan importante como Fernando Hierro, Marina Castaño e Isabel Preysler, quien lleva disfrutando de la tranquilidad y la comodidad de Villa Meona desde hace años.
Sin embargo, poco tiempo le queda ya a Ponte para disfrutar del que ha sido su hogar durante nada más y nada menos que diez años. Al menos, tan pronto como alguien se atreva a la enorme cantidad que tanto la modelo como Gómez-Acebo piden por su extraordinaria propiedad de Madrid. Una cifra que se eleva a los 1.780.000 y cuyo pago supondrá el fin de la relación de esta expareja. Porque a pesar de que fue en el año 2010 cuando ambos decidieron dar el paso de separarse, es cierto que la vivienda ha continuado siendo el refugio tanto de Ponte como de sus dos hijos, Laura y Luis Felipe, hasta el día de hoy.
Tintes salvajes en cada estancia
¡Muchas más de las que uno se puede imaginar! Para empezar, a la hora de adentrarnos en la definicion de esta extraordinaria mansión, lo que más no llama la atención es como la modelo comenzó a definir su hogar en dicho reportaje, asegurando que se trataba de "una típica casa de la sierra de los años 70". Quizás no sea la típica propiedad a la que muchos de nosotros estamos acostumbrados a encontrarnos. Seguramente así sea, aunque bien es cierto que para muchas celebrities -por no decir todas- siempre se puede llegar a abarcar mas de lo imaginado. La verdad es que en esta ocasión, la casa no pierde detalle alguno.
Todo se encuentra estrictamente medido y cuidado, dandole un aspecto de elegancia y sutileza a la vez. Su terreno se extiende a lo largo de nada más y nada menos que 1.175 metros cuadros de espacio, por lo que la falta de aire seguro no sería un problema para la diseñadora de la firma de joyas Luby & Lemerald. Una propiedad que cuenta con todo tipo de lujos y facilidades y en la que se eleva una mansión de más de 270 metros cuadrados. Dos pisos repletos de un carácter salvaje donde la top model ha contado con la participación y los consejos de uno de los más grandes interioristas de nuestro país: su también amigo Jorge Varela. Gracias a su ayuda, Ponte ha sabido hacer de su casa un auténtico museo.
Aunque lo cierto es que es normal que la decision de vender la casa haya llegado ya a manos de las inmobiliarias, ya que dicha mansión significa demasiado para albergar entre sus muros a una sola persona. Una casa que queda dividida en dos pisos y que concentra un total de cinco habitaciones, cinco cuartos de baño, una sala de estar con chimenea incluida, una cocina completamente equipada, un salón donde poder descansar y recuperar la energía necesaria y un garaje con capacidad para dos vehículos. A todas estas estancias, además, se une la exclusivad y belleza particular de su también inmenso jardín, que cuenta con una piscina privada y un porche donde poder resguardarse los días mas calurosos del año.
Sin embargo, esta mudanza no solo supondrá para la modelo el final de una de las etapas más importantes de su vida, sino que también será una de las costosas a nivel de trabajo. La razón se encuentra en todas aquellas piezas que la modelo posee en este hogar y que a partir de ahora formarán parte de una vivienda. Entre todas estas autenticas obras de arte se encuentran piezas del mencionado Jorge Varela, Duarte Pinto Coelho y colecciones de cuadros de lujo, entre los que se encuentran trabajos de Federico Madrazo. A todo ello hay que añadir una fuerte presencia animal en todas y cada una de las estancias de la casa, contando con animales exóticos disecados, pieles, sillas realizadas con piezas de animal... Como si nos encontrasemos en medio de in auténtico safari.