Dar vida a 'El Hombre de Acero' no ha sido una tarea nada fácil para el fornido Henry Cavill. El actor que encarna al superhéroe más conocido de todos los tiempos ha reconocido ha tenido que tuvo que someterse a un "largo y comprometido proceso" de intensas sesiones de entrenamiento y estrictas dietas.
El actor ha reconocido para PEOPLE que "cinco meses antes de empezar a rodar nos centramos en la construcción de mi masa muscular, lo que implicaba asegurarse de que todas las mañanas hiciese una hora de duro ejercicio ".
Pero para él, la fase más dura fue la referente a la comida, la que califica de "horrible". Cavill admite que "no le apartaron de ningún alimento tampoco podía exceder las 2.500 calorías al día". Para el actor supuso un cambio muy drástico ya que apenas unos meses su media estaba en 5.000 calorías diarias.
"Ha valido la pena"
La película 'El Hombre de Acero' nos muestra las dudas de Clark Kent sobre su destino, su lugar en el mundo y, lo más importante, su verdadera identidad. Convertirse en Superman no ha sido fácil para Cavill pero a pesar de todo, admite que su duro esfuerzo "ha valido la pena".
De hecho, una vez finalizado este proceso de entrenamiento, el actor reconoce que lo primero que hizo fue "tomar una tarta de manzana, una tarrina de helado y una pizza entera".