La influencer ha contado el pequeño problema de salud derivado del parto de su primera hija con Alba Paul.
Dulceida se encuentra en una nube de felicidad después de haberse convertido en madre por primera vez junto a su mujer Alba Paul. La influencer ha sido madre de una niña a la que han llamado Aria, y ahora ha contado un problema derivado de su embarazo que se ha manifestado en su posparto. La también empresaria ha contado a través de su cuenta de Instagram que tiene anemia.
"Nuestra pequeña ya tiene una semana y sigo sin creérmelo. Aunque yo todavía estoy recuperándome y no estoy muy fina (tengo anemia), no sabría explicaros la felicidad que siento. Me siento una súper woman cuando miro a mi hija, siento que todas las mujeres lo somos, ¡qué maravilla! El amor que sentimos con la llegada de Aria es... ¡Me explota el corazón!", revelaba, y es que pese a este pequeño revés, su felicidad es máxima. Por otro lado, a los días de nacer la niña ha soplado las velas de la manera más especial, puesto que ha celebrado su 35 cumpleaños rodeada de los suyos. Dulceida ha compartido varias fotos junto a su hija en brazos, con una sonrisa de oreja a oreja, algunas con su mujer y otras con otras personas cercanas a ella que no han querido perderse esta fecha señalada en su calendario.
Por otro lado, ha comentado a quién se parece la pequeña, diciendo que es muy parecida a su mujer: "Me puedo pasar horas y horas mirándola, lo preciosa y buena que es. Se parece mucho a Alba, tiene su boca. Estamos viviendo las tres momentos mágicos, llenos de canciones, pañales, caquitas, paseos por el pasillo infinito cuando llora y mucho amor", ha dicho. Así fue su parto
Más allá de eso, anteriormente había contado algunos detalles de cómo fue su parto. Pese a que ella deseaba que fuese vaginal, al final se tuvo que enfrentar a una cesárea, con una recuperación un poco más complicada. "Me puse con contracciones el lunes a las ocho de la tarde en casa. Estuvimos haciendo los ejercicios de relajación Alba y yo aquí, las tenía cada diez minutos o así, hasta las nueve de la noche que ya me vinieron cada cinco, regulares con más potencia. Y a las dos o así fui al hospital y ya tenía contracciones pero no dilataba. Yo, en mi cabeza, esperaba pues que fuera un parto vaginal, pero no pudo ser. Me hicieron cesárea, la pequeña nació a las seis y 20 de la tarde. Al día siguiente me frustré bastante porque no me podía levantar, no podía estar con la bebé, no le podía cambiar el pañal", ha revelado.