El pasado lunes saltaba una de las noticias más inesperadas del mundo influencer por boca de sus propias protagonistas -no sin antes muchas especulaciones, claro-: Dulceida y Alba Paul se han dado un tiempo que podría terminar en ruptura. Tal y como ambas hacían público a través de sus redes sociales: " No estamos pasando un buen momento " y, por ello, habían decidido estar durante un mes separadas. " No sabemos qué va a pasar ", reconocía Aida Domenech. Aunque, en cambio, su pareja aseguraba estar esperanzada: "A ver si se puede arreglar. La verdad es que yo confío en que sí".
En ese mismo momento en el que ambas graban posiblemente los stories más complicados desde que están en redes sociales, Dulceida se encontraba ya en Ibiza y Alba Paul continuaba en Barcelona. Tal y como confesó la primera durante su entrevista en el podcast 'Estirando el chicle', pasará allí todo el mes de julio en una villa que ha alquilado con motivo de la promoción de su agencia de representación de influencers. Por allí irán pasando una larga lista de ellos que serán, sin duda, su mejor compañía en un momento tan complicado. De hecho, Domenech ya se ha dejado ver por la isla en compañía de algunos de ellos entre los que se encontraba su hermano Álex.
Pero sin duda lo que más habrá sorprendido a los fans de esta tan mediática pareja es que, pase lo que pase con su relación tras esta complicada etapa, nunca tendrán que decir que se divorcian porque en realidad no están casadas. Muchos se preguntarán cómo es esto posible si sus miles de seguidores pudieron ver con sus propios ojos a través de sus redes sociales como ambas influencers desfilaban vestidas de blanco hasta un altar improvisado en la cala Morisca en Sitges un 10 de septiembre de 2016.
Nunca formalizaron su matrimonio en el Registro Civil
Pues tal y como ha podido saber Vanitatis en exclusiva, porque nunca llegaron a formalizar su matrimonio en el Registro Civil. Ha sido la propia Dulceida la que ha dado los motivos: " Es un trámite que hemos ido alargando porque en realidad somos un desastre ", confesó. Tal es así que casi 5 años después de su gran día todavía sigue sin formalizar y, en plena crisis de pareja, podría nunca llegar a hacerse.
Aida Domenech confiesa también que, en realidad, para ellas tampoco era algo tan prioritario: "Nunca nos ha parecido que fuera tan importante, la verdad, pero por supuesto que era algo que íbamos a hacer. De todas formas, nuestro matrimonio se celebró el día que decidimos darnos el 'sí, quiero' rodeadas de la gente que queremos y que nos quieren. Desde ese momento estamos unidas y de eso no hay lugar a dudas".