En la década pasada Aitor Trigos fue un presentador de televisión con mucho éxito, pero su vida se torció y ha vivido un auténtico episodio ensombrecido. Parece que poco a poco ha ido viendo la luz al final del túnel después de haber pasado más de una calamidad.
Ahora, y a pesar de que en el pasado las grandes cadenas se pelearan por él, se dedica a ir de casting en casting como si de nuevo tuviera que debutar. Y así se lo ha hecho saber a El Confi TV, diciendo: " No supe asimilar lo que me estaba pasando en mis años de mayor esplendor y viví una borrachera profesional provocada por la buena racha. Tengo la mayor parte de la culpa de no estar ahora en la pequeña pantalla. No he visto manos negras en mi carrera".
Después de que las cadenas generalistas dejaran de contar con él, empezó a hundirse personalmente: "Perdí hasta mi casa, me la quitó el banco. He tenido que cambiar mucho y ahora mismo estoy en una situación límite, hasta el punto en el que me quedé en la puta calle". Aitor Trigos ha trasladado su residencia a Alhaurín de la Torre para colaborar con una televisión local y estrenar 'Gestos', una obra de teatro que le ha redescubierto su pasión por el mundo de la interpretación.
Levantando cabeza
Puede que tenga difícil regresar a la pequeña pantalla como le gustaría, sobre todo sabiendo cómo está la situación actual: "Es muy complicado entrar de nuevo dentro del círculo una vez que te sales. Ha llegado un momento en el que las cadenas se aferran al valor seguro y no arriesgan por nada más". Por otro lado, sus problemas también llegaron por las compañías que tenía: "Las compañías marcan gran parte de tu camino, también en la televisión. Yo me rodeaba solo de gente que salía en televisión. Esa gente no te pone los pies en el suelo, te los pone la gente que de verdad te quiere".