La mujer del futbolista se está enfrentado al peor momento de su vida después de haber perdido a su madre y su marido ser acusado de haber cometido una agresión sexual.
Dani Alves ha tenido que declarar en los juzgados sobre el supuesto delito de agresión sexual. La denunciante, que relató que el jugador de fútbol la siguió hasta los baños de una discoteca, donde la abofeteó y violó, ha presentado varias pruebas que demostrarían que los hechos ocurrieron tal y como ella explica.
A pesar de que el futbolista ya comunicó a través de un video que "no conocía de nada" a la denunciante y que él jamás cometería estos actos, entró en prisión sin fianza. Sin duda, si hay alguien que lo está pasando igual de mal que los implicados en este caso es la mujer del futbolista, que no solo ha tenido que afrontar la muerte de su madre, motivo por el que Alves estaba en Barcelona el día que se cometieron los hechos, sino que también podría tener que sufrir que su marido ingresase en prisión por unos actos deleznables. La modelo Joana Sanz, mujer de Dani Alves, que perdió recientemente a su madre a causa del cáncer se casó con el futbolista en 2017 con quien desde entonces ha asegurado llevar una vida feliz y estar muy enamorada. Tras la noticia del supuesto abuso sexual la modelo ha querido salir en defensa de su marido asegurando que no se cree nada de lo que la denunciante relata.
"Yo sé quién es mi marido, yo sé cómo lo conocí, yo sé lo respetuoso que es porque ni cuando me estaba conociendo a mí me faltó al respeto. He visto muchas veces cómo mujeres se acercan al reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia no me quiero imaginar cuando yo no estoy", afirmaba la modelo. La muerte de su madre
Según contó la misma modelo, la pérdida de su madre ha sido un trago muy duro en su vida, la mujer tenía "un cáncer de útero de 18 centímetros" por el que tuvo que ser ingresada: "Se desangraba cada vez que iba al baño", relataba la modelo que decía que en el hospital no trataban bien a su madre: "Me dijeron 'aquí no se puede quedar y nosotros no podemos hacer nada", pero por suerte Joana dijo que tenía "los medios" para poder trasladarla a otro centro sin embargo, "fue demasiado tarde".La madre de Joana Sanz tenía una discapacidad intelectual y fue ingresada en un centro de psiquiatría. La modelo denuncia que ni tenían empatía, ni conocimientos de medicina. Finalmente fue la hija quien se encargó de costear los cuidados que necesitaba su madre: "Si por los hospitales fuera, te mueres ahí", denuncio. "Firmó para operarse el 29 de noviembre, no le dieron quirófano hasta el 17 de enero. Demasiado tarde", añadió Joana Sanz, que vio cómo su madre se moría sin haber recibido el tratamiento adecuado.