Lo que estuvo a punto de jugarle una mala pasada a Álex Lequio fue su bañador. En más de una fotografía el joven aparece con el culo un poquito al aire porque no se ató bien los cordones del bañador y con la velocidad y el agua pues todo se baja. Tras disfrutar de la lancha acuática optaron por utilizar una colchoneta, pero dejaron a un lado el típico flamenco rosa que tan de moda se ha puesto, para utilizar un perrito caliente.
Una vida muy asentada
Álex Lequio ha organizado su vida junto a su novia Francisca González. El joven ha establecido su residencia en Madrid, en un piso situado en Alcobendas y muy cerca del lujoso barrio de La Moraleja donde vive su madre, Ana Obregón. Seguro que la artista está encantada de tener a su hijo tan cerca y de ver que ha encontrado estabilidad sentimental de la mano de Francisca.