La pequeña cada vez está más espabilada y se nota -a juzgar por las imágenes que publica su madre en las redes sociales- que es una niña muy feliz y despierta. Por otro lado, Carla Pereyra hablaba en una de sus publicaciones de lo feliz que está por viajar: "Tallín... gracias al fútbol y al trabajo de papá, que nos permite viajar y conocer culturas e historias tan diversas y enriquecedoras... ojalá Francesca pudiera recordar algo... pero nos encargaremos de contárselo @nataliasimeone!", refiriéndose a su cuñada.
La niña, que cumplirá en septiembre de 2018 dos añitos, se ha convertido en el ojito derecho del entrenador, quien ya tiene tres hijos de una relación anterior. El motivo por el que han viajado hasta dicho país ha sido la Supercopa de Europa, en la que compitieron por la victoria el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Al final del partido fue el último el que salió vencedor en un partido que terminó en prórroga.
Un día antes del encuentro deportivo, Carla Pereyra aterrizaba en a capital de Estonia con su hija, y con ella ha aprovechado para hacer turismo por las calles de esta ciudad de cuento. Con ellas también estuvo Natalia Simeone, la hermana del entrenador con la que Pereyra tiene buenísima relación. Es más, las tres se subieron a un carruaje dispuestas a disfrutar de la ciudad desde otra perspectiva.
Compartiendo ilusiones
Ya en el terreno de juego tanto la pareja de Simeone como su hija vivieron el brillante resultado con mucha ilusión y con él estuvieron en el campo de fútbol para celebrarlo. La modelo ha publicado una imagen llevando consigo la medalla que se le ha otorgado al Atlético de Madrid por ganar la Supercopa de Europa. Por otro lado, el entrenador no pudo quitar los ojos a su hija, con quien estuvo disfrutando de esta victoria en un año más que brillante para el equipo rojiblanco.