El mismo lunes llegaron las primeras declaraciones del hijo de Kiko Matamoros, que está atravesando un infierno y ha querido dejar claro que él ni ha maltratado, ni maltrata ni maltratará a ninguna mujer. "Me encuentro fatal, estoy muy jodido y no entiendo el porqué de estas cosas. Confío en la Justicia y espero que se arreglen las cosas... que me quite esta losa de encima porque es injusto. No soy así".
Las informaciones se fueron sucediendo, y al parecer, esto fue lo que pasó según el testimonio del taxista que llevó a Tanit Grande y su acompañante Manuel el pasado fin de semana. La pareja llegó a la casa de Pozuelo en la que vive la psicóloga junto a su hija Adara y sus padres. De pronto apareció Diego Matamoros, que al ver a su ex con este acompañante echó a correr hacia ellos. El joven cayó al suelo al tropezar con las maletas, y al parecer, habría lastimado en su caída a Tanit Grande, aunque no habría tenido esa intención. Matamoros salió corriendo detrás de Manuel, y al no lograr dar con él, regresó al lado de su ex, a la que pidió perdón una y mil veces al darse cuenta de que había sufrido la agresión. Los padres salieron de la casa e impidieron que hablara con ella, y tampoco la psicóloga quiso saber nada de Matamoros. Después fue cuando se desplazó a la comisaría de Pozuelo para denunciar a su expareja.
Después llegó la vista previa al juicio, que se celebrará el 27 de marzo. Fue aquí cuando la versión de Tanit Grande ha empezado a tambalearse en favor de la de Diego Matamoros, que asegura que no había intención de hacer daño. De todos modos, será la Justicia en su momento la que dictamine qué ocurrió y quién es culpable e inocente. De momento se han conocido otros detalles que han llamado poderosamente la atención.
El primero de ellos es que Diego Matamoros y Tanit Grande no estaban separados como habían hecho creer. Rompieron en su momento, y tras un tiempo haciendo vidas paralelas, retomaron el contacto. En las últimas semanas, la psicóloga habría sido especialmente insistente enviando regalos a casa de Matamoros para mostrarle lo mucho que le amaba. Por eso ha sido tan extraño que ella estuviera con otro y que se desatara una situación tan desagradable en la que Tanit Grande terminara herida.
Prepara una demanda de filiación
Otro detalle que había pasado por alto entonces es que Adara, la niña nacida en 2014 fruto del amor entre Diego Matamoros y Tanit Grande, no es hija de él. La propia psicóloga lo contó en la vista para sorpresa del hijo del colaborador de 'Sálvame', que no se esperaba un golpe tan bajo. Lo que ocurrió es que cuando nació Adara, no estaban casados, y en su momento ella no quiso que Matamoros reconociera a la criatura, y no lo hizo. Así, llegaron a un acuerdo por el cual podía visitar a la pequeña, pero no tenía ningún derecho (ni obligación) sobre Adara.
Ahora, al haber sido atacado con la denuncia y humillado en el juzgado, Diego Matamoros prepara una demanda de filiación para demostrar que él sí es el padre de Adara, y por tanto que la Ley recoja que es su hija. Si es así, tendría todos los derechos y deberes que un padre tiene para con su descendencia, además de poder darle su apellido. Lo haga o no, esta historia va a tener mucho recorrido.