Tamara Falcó no para de hacer planes con Íñigo Onieva, y en esta ocasión ha querido tener muy presente a su padre. La socialité compagina de maravilla su vida personal y profesional y después de haber anunciado su primer libro de recetas ha aprovechado unos días libres para disfrutar en pareja en la provincia de Valladolid.
En la localidad de Ribera del Duero se encuentra el hotel Abadía de Retuerta LeDomaine, uno de los más conocidos de la zona por su prestigio vinícola y su alta cocina, y ha sido ahí donde la pareja ha tenido el gusto de alojarse. Ha sido a través de las redes sociales donde se ha podido descubrir lo que han hecho durante estos días marcados por un ambiente rural y vinícola, con el vino con el hilo conductor de dicha visita.
Los dos han visitado las bodegas y el resto de las instalaciones del hotel como la piscina o el jardín del claustro. Además, degustaron un almuerzo marcado por el jamón y el aceite de oliva virgen extra que el diseñador llama 'oro líquido'. Se trata de uno procedente de los pagos del Marqués de Griñón y extraído directamente del molino del padre de Tamara Falcó, así que ha sido todo un guiño al fallecido Carlos Falcó en lo que se refiere a la gastronomía española.
La hija de Isabel Preysler siempre ha demostrado que su padre ha estado muy presente en muchos de los momentos más especial que ha ido viviendo desde su ausencia, y ella misma ha hecho saber que su padre estaría muy orgulloso de lo que ha ido consiguiendo. Ahora se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida, porque no solo está feliz con Onieva, sino que no paran de lloverle nuevos proyectos.
Disfrutando de un ambiente rural
Por otro lado, y hablando de gastronomía, disfrutaron de un menú de alta cocina del chef Marc Segarra en el restaurante Refectorio que cuenta con una estrella Michelin desde 2014, y más allá de eso, otro de los días comieron al aire libre para disfrutar de unas maravillosas vistas de los viñedos.