Malú y Albert Rivera llevaban envueltos en rumores de ruptura prácticamente desde que empezaron a salir juntos allá por 2019. Su discretísima forma de llevar su relación hacía que cualquier información sobre ellos cobrase gran valor y pusiese a todo el mundo en alerta. Pero mientras que todas las anteriores fueron falsas, finamente llegó la vencida: el pasado sábado 24 de junio Luis Rollán, buen amigo de la cantante, confirmaba la ruptura en el programa 'Fiesta' tras días de especulaciones.
El colaborador de televisión aseguraba que la ruptura había sido "algo reciente" y que se había producido por el "desgaste" en la relación, lo que llevó a la tomar tan difícil decisión. Algo que parecen tener muy meditado por otro lado porque Rollán aseguraba también que " no creo que tenga solución ", una afirmación pública que viniendo de alguien del entorno tan cercano de Malú no puede ser casual.
Ahora ha sido Jaleos de El Español el que ha podido saber a través de otras fuentes cercanas a la ya expareja nuevos datos sobre cómo se produjo esta ruptura y cómo están gestionando ahora ambos el ser padre separados. Según este medio, la ruptura fue tan reciente que incluso los familiares más cercanos de ambos se enteraron de la ruptura "oficialmente" apenas unos días antes de que Luis Rollán la hiciese pública. Algo que a muchos no pilló por sorpresa ya que últimamente habían estado uno muy ausente de la vida familiar del otro acudiendo solos a diferentes eventos familiares.
Malú no estaba en Madrid cuando Albert Rivera se mudó
Conscientes de que su ruptura se iba a convertir en una de las noticias del momento en cuanto saliese a la luz, Albert Rivera abandonaba el chalet en el que habían estado viviendo juntos los últimos años -propiedad de Malú- también unos días antes de hacerse pública para que fuera lo más discreta posible y evitar que la prensa captase alguna imagen del momento siguiendo así la línea que mantuvieron durante todos estos años.
En cuanto a la relación que mantienen ahora que ya no son pareja, estas fuentes aseguran que lo que mejor la define es la "cordialidad", ya que no es que sea una relación fabulosa a la que no le ha repercutido lo más mínimo la ruptura, por ello tampoco mantienen una comunicación constante, pero teniendo una hija en común tienen muy claro que su bienestar es lo más importante y que quieren seguir vinculados por el bien de la pequeña. De hecho, ambos celebraron juntos su tercer cumpleaños a principios del mes de junio.
En cambio, el día que se produjo la mudanza Malú no se encontraba en casa ni siquiera en Madrid. Una decisión tomada por ella misma para "facilitar" los trámites que tuviese que hacer Albert Rivera para llevarse sus cosas de la casa en la que habían convivido los últimos años. Posiblemente, también para evitar momento emocionalmente complicados entre ellos y propios de una ruptura.