Al evento, que tuvo lugar en la casa de su madre, Maria Shriver, asistieron unas 100 personas. Entre ellas Whitney Port, Oprah Winfrey, el padre de la prometida Arnold Schwarzenegger y el mismísimo novio Chris Pratt, quien quiso darle una sorpresa a su futura mujer apareciendo en mitad la celebración y pronunciar unas dulces palabras.
Además, se comenta que Shriver cuidó de todos los detalles de la reunión: puso mesas en el jardín para tomar algo y lo hizo entretenido: "Había juegos y un puesto de flores donde los invitados podían hacer un ramo, incluso un coro de gospel que cantaba en directo", explicaban los asistentes.
Una boda íntima
Según destacaban varios medios internacionales hace dos semanas, Katherine Schwarzenegger y Chris Pratt quieren que a su enlace solamente asista su círculo más íntimo. La celebración, que será religiosa, no contará con un gran numero de personas ni medios de comunicación. "No quieren que su día especial se convierta en un gran circo. El interés será su compromiso mutuo, y Dios jugará un papel muy importante en su gran día", declaraba una fuente cercana a la pareja.