Según ha reconocido el famoso arquitecto, podría perder hasta "60 millones de dólares" por la paralización de esta construcción "entre mi inversión personal y los avales que he puesto para varios prestamistas". "Mi reputación se ha visto empañada y mi capacidad para pedir más préstamos es, en el mejor de los casos, imposible", reconoció. A esto se suman las deudas que ya tiene: un préstamo de 20 millones con intereses y otros 7 millones que debe a diferentes prestamistas. Hadid denuncia también que la mala imagen pública que le ha generado está perjudicando además otros millonarios proyectos arquitectónicos que tiene en la zona, algunos de ellos también con enormes préstamos millonarios a sus espaldas.
El padre de las modelos Gigi y Bella Hadid tiene claro que sus demandantes -varios vecinos del barrio de Bel Air- van a sacar en su contra varios proyectos profesionales ajenos a la construcción que están bajo el paraguas del reputado apellido Hadid -como es la firma de caviar y champán que se comercializan con su nombre-, pero realmente ninguno de ellos le está dando beneficios como para hacer frente a sus deudas e, incluso, algunos son ya una ruina: "Han puesto mi nombre para hacer publicidad y algún día me darán una pequeña ganancia por artículo vendido, pero por ahora no he recibido ninguna compensación", asegura.
A estas todavía no ganancias ha querido también culpar -en cierta medida- a los deseos empresariales que un día tuvieron sus hijas Gigi y Bella cuando crearon una firma de ganas de Sol que, hoy en día, es un pozo negro de pérdidas: "Aparte de un millón de gafas de Sol sin vender que son propiedad inversores que no son yo, no hay activos que me beneficien". Por este mismo motivo, Mohamed Hadid ha querido dejar claro ante el juez que, pese a todas las exigencias que se le puedan hacer debido a la demanda interpuestas por los vecinos de Beberly Hills, no está capacitado para hacer frente a esos gastos: "Tengo 72 años y no tengo los millones de dólares necesarios para demolición de la Strada Vecchia" y, añade, tampoco la edad adecuada como para empezar su vida profesional de cero.
Papá en la ruina, sus hijas millonarias
Y mientras Mohamed Hadid clama piedad desde la más absoluta bancarrota -algo que no se creen los abogados de la parte denunciante-, sus dos hijas ahora convertidas en dos de las modelos más importantes del mundo no dejan de ganar millones gracias a sus trabajos por todo el mundo. Aunque este 2020 todavía no ha terminado y una de ellas, Gigi Hadid, ha tenido que parar su agenda con motivo de su primer embarazo, lo cierto es que a su corta edad ambas han sabido cosechar un importante colchón económico. Y es que la mayor de las dos hermanas tenía un patrimonio de 28 millones de dólares en 2018 y se estima que sigue ganando cada año cerca de 9 millones. En cambio, su hermana tendría un nada desdeñable patrimonio de 23 millones y se embolsaría cada año más de 7.