Todas las personas pasan por buenas y malas rachas. Hay meses o incluso años, en los que la providencia premia a alguien que termina por acostumbrarse a creer que lo que le espera siempre es prosperidad. Sin embargo, la felicidad nunca puede ser completa, ni tampoco eterna, y cuando menos te lo esperas la suerte puede cambiar y torcerse durante un tiempo que se hace interminable.
Sin embargo, ha pasado tristezas, penurias y sinsabores, como todo hijo de vecino. El año 2015 ha debido ser sin duda un verdadero 'annus horribilis' para un hombre que ha tenido que enfrentarse a la muerte de seres queridos, al desamor, a problemas familiares e incluso él mismo ha estado a punto de perder la vida por un problema de salud que se complicó. Este 2015 ha sido aciago para el Duque de Arjona, pero lo cierto es que sus desgracias se gestaron en 2014.
Muerte y enfermedad
El 20 de noviembre de 2014 moría su madre, su confidente, su referente: la Duquesa de Alba. Cayetana Fitz-James Stuart falleció en el Palacio de las Dueñas de Sevilla a los 88 años tras una agonía que comenzó días antes con una gastroenteritis que terminó siendo fatal para la aristócrata, cuya salud era débil y quebradiza. En cuanto supo la gravedad del estado de Doña Cayetana, el Conde de Salvatierra corrió al lado de su progenitora, a la que acompañó hasta el final. Ha pasado más de un año, y el jinete todavía no ha logrado digerir el fallecimiento de su madre. Todavía hoy se emociona cuando habla de ella, y aunque entiende que es ley de vida, su partida le ha provocado una tristeza infinita que sabe que ya nunca se irá.
Precisamente en aquellos días comenzó a sentirse mal, motivo por el cual se ausentó de alguno de los actos celebrados con motivo de la muerte de la Duquesa de Alba. Menos de una semana después del óbito, Cayetano Martínez Irujo ingresaba en la clínica Santa Isabel de Sevilla para ser operado de una obstrucción intestinal. El jinete pareció recuperarse de la intervención, retomó sus compromisos y su vida habitual. Parecía recuperarse cuando poco más de un año después llegó el gran susto. El Duque de Arjona comenzó a sentirse mal e ingresó en el mismo centro médico, donde fue intervenido de la misma dolencia. El tiempo pasaba y no sentía mejoría, por lo que el jinete, doblado de dolor, se desplazó a Madrid en busca de ayuda y de una segunda opinión.
El aristócrata acudió a la clínica La Luz de la capital de España, donde fue operado por el doctor Enrique Moreno. La operación fue complicada y muy dura, pero afortunadamente logró salir adelante. El posoperatorio ha sido largo y costoso, pero finalmente se le dio el alta y poco a poco retomó su vida. Por el camino ha tenido que pasar el duelo por la muerte de su nana, Margarita Cayarga, la mujer que le crió y a la que consideraba una segunda madre. La anciana falleció en octubre a los 94 años, y dejó desolado al Duque de Arjona, que cuidó de ella y de los suyos hasta el final. Aunque está triste por pérdida, al menos se está recuperando de una dolencia que él mismo ha confesado que casi le lleva a la tumba.
Problemas con su hermano y su exmujer
Además de afrontar pérdidas familiares y problemas de salud, Cayetano Martínez de Irujo ha visto cómo surgían conflictos fraternales. La Duquesa de Alba había repartido su herencia en vida para poder casarse con Alfonso Díez, y aunque los hermanos sabían ya lo que le correspondía a cada uno, el Conde de Salvatierra no esperaba que cuando faltara su madre iba a quedarse tan arrinconado en la Casa de Alba, donde tenía un papel muy importante. El nuevo Duque de Alba, su hermano mayor, le sacó de la Fundación Casa de Alba para poder dedicarse solo él como nuevo jefe de la Casa Noble más importante de España. También ordenó a su hermano pequeño que dejase el Palacio de Liria de Madrid.
Al Duque de Arjona le quedó lo que su previsora progenitora ayudó a que sacase adelante: la marca de productos gourmet Casa de Alba. Doña Cayetana nombró al quinto de sus vástagos jefe de esta división, así que a su muerte se ha quedado con este proyecto en el que ha trabajado desde que fue una realidad en 2013. Lamentablemente, Carlos Fitz-James Stuart le quitó la financiación de la que disfrutaba en vida de la Duquesa de Alba, cuando una partida presupuestaria de la Fundación iba a parar a la división liderada por Cayetano. Por todo ello, el jinete no está demasiado contento con las decisiones del mayor de sus hermanos.
Con quien siempre ha tenido una excelente relación ha sido con Genoveva Casanova. La pareja se conoció a finales del siglo pasado, y pronto se vieron unidos para siempre con el nacimiento de sus mellizos Luis y Amina en septiembre de 2000. Los deseos de la Duquesa de Alba de ver casado a su hijo con la madre de sus nietos pequeños se vieron cumplidos en octubre de 2005 con una boda por todo lo alto en Sevilla. Otro octubre, pero de 2007, su matrimonio se terminó para siempre. Desde entonces se han llevado tan bien que parecía que habría una reconciliación que nunca llegó. A principios de 2015, con ambos con otras parejas, estallaba la guerra entre los ex.
El motivo fue el dinero. Después de que Carlos Huéscar cortará el grifo a la sección gourmet de su hermano, y que le expulsara de la administración de las fincas familiares, dejó de percibir un dinero con el que podía asumir el acuerdo de divorcio con la mexicana. A ello se sumó que tuvo que buscar un nuevo hogar después de que el ahora XIX Duque de Alba le desalojara de Liria. De esta forma era imposible poder costear la pensión a su exmujer y a sus hijos, el internado británico de los mellizos y el pisazo en Pintor Rosales (Madrid) en el que vive la mexicana. El aristócrata se negaba a seguir pagando, por lo que comenzaron las tensiones entre los excónyuges. Afortunadamente sus conflictos se han solucionado, y de hecho Casanova ha sido una de las personas que más ha apoyado al padre de sus hijos en los duros momentos que le ha tocado vivir.
Ruptura con Melani Costa
Aunque 2014 tampoco fue un año fácil para Cayetano Martínez de Irujo, en aquel tiempo vivió unos meses maravillosos con la joven nadadora Melani Costa, con la que comenzó un romance que parecía estable y duradero. Fue con ella con quien volvió a creer en el amor tras su ruptura definitiva con Genoveva Casanova, con la que desde el día después de su ruptura estallaron los eternos rumores de reconciliación que la misma Cayetana de Alba alimentó en vida con la esperanza de que se materializara alguna vez.
Gracias a Melani Costa, el deceso de su madre no fue tan duro, pues la balear le apoyó en todo lo que pudo. Sin embargo, 2015 no fue el año de la consolidación, ni tampoco el del compromiso, sino el de la estrepitosa ruptura. En octubre, la nadadora sorprendió al comentar a la prensa que no había ningún tipo de relación entre ellos y que habían acabado mal. Tras estas palabras, Costa no quiso ofrecer más declaraciones y se quedó para ella lo que hubiera ocurrido entre la expareja. Así, el Duque de Arjona perdía a la mujer que parecía ser la definitiva. Con desamor, problemas de salud, con la pena por las muertes de sus seres queridos y con el dolor por sus conflictos fraternos, Cayetano Martínez de Irujo dice adiós a un 2015 al que deja con gusto bien enterrado para la eternidad.