La polifacética Demi Lovato vive uno de los momentos más tristes de su vida la mañana del día 30 de mayo de 2016 con la muerte de su bisabuela, con la que mantenía una relación muy especial y un vínculo familiar muy férreo.
La cantante no ha podido contener su pena y ha decidido compartir su desolación con sus seguidores de Instagram con frases como " hay un vacío en mi corazón que sólo su espíritu puede llenar y te pido que te sientes a mi lado todos los días hasta que nos encontremos de nuevo ".
Ante todo, la actriz siempre la recordará como una campeona que luchó hasta el último día de su vida para hacer sonreír a los demás a pesar de su empeorada salud. " Sonrió a pesar de que perdió a un hijo durante este año. Ella les dijo a todos que los quería cada vez que podía y bromeaba incluso cuando sus achaques la dejaron incapaz de hablar correctamente ", añade la cantante.
La pérdida de su 'Mimaw', tal y como apodaba cariñosamente Lovato a su bisabuela, ha supuesto un golpe muy doloroso para la actriz, pero ahora debe mirar hacia adelante. " No me gusta no poder escuchar su voz, pero sí me gusta que ya no esté sufriendo ", añade la cantante en su Instagram.
Aún estaba superando otra pérdida
Hace menos de un año que Lovato perdió a su bisabuelo, lo que supuso para ella otro conflicto emocional puesto que a ambos les tenía un amor especial. Por aquel momento su bisabuelo, al que Lovato apodaba cariñosamente ' Papa ' tenía 88 años, mientras que su bisabuela, o ' Mimaw ' como la llamaba ella, cumplía sus 93 años.
A principios de 2015, la cantante compartió una fotografía del matrimonio tomados de la mano, en la que la cantante se sentía orgullosa de tener a esas dos personas en su vida y de que entre ellos el amor siguiera existiendo a pesar de llevar 50 años casados.