La cantante Demi Lovato ha celebrado con sus seguidores que ha cumplido cinco años sobria, sin beber alcohol ni tomar otras sustancias. Tras los graves problemas en los que estuvo envuelta con la bebida y las drogas, la artista está muy contenta y puede presumir de su sobriedad.
En mayo del año pasado Lovato confesó al portal de noticias Refinery29 que, en su peor momento, su adicción la llevó a tomar cocaína cada hora. Este hábito afectó a su salud y a su ética de trabajo, y la enredó en una completa agonía dependiente.
Demi, que se encuentra saliendo actualmente con el luchador Guilherme Vasconcelos, dijo que mientras recibía tratamiento en 2010 no volvió a tomar hasta dos años después, en algunas de las fiestas de Hollywood. Desde entonces tuvo que aprender de la manera más dura que no podía asistir a estos eventos.
Etapa dura
En la última entrevista que concedió a la revista American Way, la cantante se sinceró y habló de lo rápido que había vivido. "No pensaba que iba a llegar a los 21 años", declaró la estrella. Confesó entonces que tomaba grandes cantidades de analgésicos, alcohol y cocaína, por lo que tuvo que ingresar en 2010 en un centro de rehabilitación al enterarse de que padecía un trastorno bipolar.
Demi también tuvo que hacer frente a otra enfermedad que también sufrió su madre, la bulimia : "Cuando tienes dos o tres años y convives con alguien que pesa 37 kilos y que tiene un trastorno de la alimentación, es difícil no llegar a ser como ella".
Actualmente la intérprete sigue yendo a reuniones de alcohólicos anónimos y ha expresado su deseo de ser un ejemplo para todos sus seguidores : "Cuando viene alguien y me enseña sus cortes y marcas y me dice 'por ti he dejado de autolesionarme' mi vida vuelve a cobrar sentido".