El futbolista ha confesado en una entrevista la agonía que su mujer y él vivieron tras el nacimiento prematuro de su hijo.
David Silva ha pasado por uno de los peores momentos al que ninguna persona debería enfrentarse como es el mal estado de salud de un hijo. Y es que a principios de 2018 su hijo venía el mundo después de tan solo 25 semanas de gestación, lo que le obligó a permanecer ingresado durante cinco angustiosos meses de los que ahora el futbolista se ha pronunciado por primera vez. Lo ha hecho para The Sun y durante la entrevista se ha mostrado rotundo: "Estaba muerto de miedo. Fueron los meses más complicados de mi vida. No sabíamos que iba a pasar mañana". Unos meses que le obligaron a ausentarse en más de una ocasión de los campos de fútbol, tal y como él mismo ha confesado.
"No puedes concentrarte al 100% en tu trabajo cuando tienes un problema así", ha señalado para posteriormente desvelar la incertidumbre con la que salía al campo al no saber con qué se encontraría una vez que volviera al vestuario. "Cuando vuelves y miras el móvil, comienzas a preguntarte: ¿Qué estará pasando? ¿Estará mejorando? ¿Qué es lo que va a pasar?"Ya está recuperado
A pesar de los meses de angustia al no saber si Mateo saldría adelante, lo cierto es que parece que el pequeño ya está recuperado, tal y como el propio futbolista ha contado durante su entrevista: "Gracias a Dios todo está bien ahora", aunque también ha querido matizar: "Tengo que vigilarlo todo el tiempo. Los doctores están haciendo diferentes pruebas, pero cruzo los dedos para que todo vaya bien".
Unas palabras que dan esperanza después de cinco largos meses ingresado en un centro hospitalario de Valencia y tras los cuales quiso agradecer todo el apoyo y el cuidado recibido durante su estancia en el mismo:"Estaremos eternamente agradecidos con el increíble equipo del Hospital Casa de Salud. ¡Simplemente Gracias!", escribía David Silva en su perfil de Instagram.