David Muñoz ha formado parte de la primera entrega de 'El novato', el nuevo programa de Antena 3 presentado por el jugador del Betis Joaquín Sánchez. Ha sido ahí donde el deportista ha aprovechado la ocasión para preguntar al chef sobre algunos aspectos de su vida íntima, entre ellos si había renunciado a la paternidad, algo a lo que el cocinero no dudó en contestar de manera sincera.
"No tengo claro que haya renunciado. Es verdad que yo ya empiezo a ser mayor, pero Cristina es muy joven todavía. No he renunciado a ello, simplemente es que pienso que no es el momento", dijo de manera contundente, por lo que ninguno de los dos siente que se encuentre en el momento para dar un paso así en su vida en común.
Lo cierto es que a pesar de estas palabras no descartan poder formar una familia en un futuro, pero ambos tienen que estar de acuerdo en estar preparados. "Yo estoy a tope con mis cosas, ella tampoco para de currar. Tenemos claro que si algún día somos padres, será porque los dos podemos hacernos cargo ", ha dicho, por lo que el trabajo se lo tiene que permitir primero.
A juzgar por sus palabras parece que han hablado de ello, y ambos deberían renunciar a sus proyectos para apostar por este proyecto en común: " Es decir, si lo hacemos será porque podemos compaginarlo, que si yo tengo que renunciar a cosas ella tenga que renunciar a las suyas y así nos ayudemos".
Una pedida entre croquetas
Más allá de esto, otro momento muy divertido vivido en el programa fue cuando el presentador le preguntó por la medida de mano. Y cabe recordar que Muñoz y Pedroche se casaron el 24 de octubre de 2015 en una boda sorpresa que se celebró en la intimidad de su hogar ante un notario, en concreto en el vestidor. Los dos eso si lo tuvieron claro desde el principio, porque él ha dicho: " Al mes de estar juntos, me decía que nos íbamos a casar y me mandó una foto de un cepillo de dientes que para mí que había colocado en su servicio".
Y él no dudó en pedirle matrimonio con una de las cosas que más le gustan a ella: croquetas. "Era un día que DiverXo cerraba. Entonces llené una esquina de globos y puse una canción que en aquel entonces nos gustaba mucho. Fui a buscar a Cristina al trabajo y me la traje al restaurante. Ese día había hecho una fuente gigante de croquetas para ella, para pedirle matrimonio. Tenía la fuente y en el fondo estaba el anillo", confesó Daviz, para añadir: "Cristina no entendía nada y yo le dije que había que comerse todas las croquetas, aunque no fuimos capaces. Nos comimos doce cada uno y todavía quedaban veinte. Empecé a escarbar en las croquetas, a ver si lo veía, y al final cogí el anillo y le pedí que se casase conmigo".