David Delfín hizo un gran esfuerzo por no faltar a la misa funeral este martes en el tanatorio de La Paz de Madrid. Todos los presentes se sorprendieron ante su llegada que fue completamente inesperada, ya que la ceremonia estaba a punto de comenzar.
Fue uno de los últimos en llegar y la mayoría de las personas que habían acudido a despedir a Bimba Bosé ya habían abandonado la capilla, donde estaban sus familiares y sus amistades más íntimas. Llegó en una furgoneta acompañado de su pareja y más amigos, entre ellos Mario Vaquerizo, quien le ayudó a bajar del vehículo y a sentarse en una silla de ruedas.
Roto de dolor
Los dos se conocían desde hacía muchos años por formar parte del mundo de la moda, habían trabajado juntos y habían batallado en la lucha contra el cáncer, a menudo se reunían con otras amistades que consideraban también su familia.