Dani Rovira puede echar la vista atrás y sentirse orgulloso después de haber superado el linfoma de Hodgkin que le detectaron en marzo de 2020. Fue en agosto cuando tras varios ciclos de quimioterapia pudo superar la enfermedad. Ahora está metido de lleno en varios proyectos profesionales, y uno de ellos es el programa que presenta en La 1 llamado 'La hora D'.
Ha sido durante la segunda emisión del programa cuando ha contado algo que a él le hizo muy feliz cuando superó su enfermedad y que en cierto modo es insignificante. "La felicidad está en las pequeñas cosas. Yo hasta hace muy poquito mi felicidad ¿sabéis cuál era? Que me volvieran a salir las cejas... ¡mira qué tontería!", ha compartido en el espacio.
Sus palabras han invitado a la reflexión, partiendo de la idea de que cuando las cosas son fáciles no nos damos cuenta: "¿Os acordáis de cómo eran nuestras vidas antes de la pandemia? A ver si es que éramos felices y no nos estábamos dando cuenta. Porque dábamos por hecho la normalidad, el hecho de que no nos ocurra nada malo".
Lo suyo ha sido una carrera de fondo que le ha servido para darse cuenta del verdadero significado de la vida, valorando cada pequeño pedacito de la misma. El actor y presentador durante su proceso de recuperación ha compartido varias reflexiones a través de sus redes sociales, contando cómo lo estaba llevando y cuáles eran sus sensaciones.
Un proceso duro
Una vez superada la enfermedad hizo lo propio, aportando su punto de vista y hablando de dicha etapa de su vida como una auténtica montaña rusa. "Creedme, las vistas desde aquí son preciosas y reveladoras. Nunca terminaré de agradecer a todas las personas (familia, personal sanitario, amigos, conocidos y desconocidos) que de una manera u otra han aliviado y ayudado a mi subida a esta gran escarpada", decía.