Dani Rovira se tuvo que enfrentar al cánce r en un momento muy delicado para España cuando se desató la crisis del coronavirus. El actor lo comunicaba a través de sus redes sociales y ahora se ha convertido en todo un referente de linfoma de Hodgkin, el tipo de cáncer que ha aparecido y cargado superar después de someterse a un tratamiento.
Entonces este proceso ha demostrado que el humor ha sido clave en su lucha para curarse, y ha contado con las personas que más le quieren en este transcurso de tiempo. Su equipo médico ha sido muy importante para él y ahora querido contar su experiencia de una manera muy positiva.
El actor ha vuelto al trabajo con toda la energía del mundo y ahora se encuentra en Grecia, desde donde ha conectado en directo con la Fundación Josep Carreras, que busca que la leucemia algún día sea una enfermedad 100% curable. El humorista querido contar cómo se dio cuenta de que padecía este cáncer, es decir, cuál fue el primer indicio que se manifestó en su cuerpo y que le hizo acudir al médico.
"El chivato fue una especie de doble bulto en la parte de la clavícula. Mi mejor amiga es médico, pero por muchas fotos que le mandara nunca se sabe. Me dijo: 'Si en una semana no remite, pueden ser mil cosas'. Muchas de las cosas no me las decía por no asustar. Parecía que iba agrandando", ha contado. En el momento en el que se dio cuenta habían pasado solo dos días desde que se declaró el estado de alarma y en cierto modo pensó en no ir al médico, pero por suerte decidió salir de dudas.
Lo que más le ha ayudado
"Ahí descubrí el mediastino, que es como una especie de hueco dual que está en el esternón por donde pasa el sistema linfático y que tiene forma de huevo", añadido al respecto. Y para sobrellevarlos se ha centrado en hacer deporte, en comer sano y en rodearse de las personas que son para el básicas e imprescindibles.