Damian Hurley, hijo de la actriz británica Elisabeth Hurley, ha perdido todos los derechos que tenía sobre su herencia paterna, valorada en más de 200 millones de dólares, por un litigio presentado por la familia del padre. Los abogados de la familia alegaban que Damian Hurley había sido fruto de una relación fuera del matrimonio, no siendo por ello hijo de Steve Bing.
El 22 de junio de 2020 Steve Bing se suicidaba al saltar de un 27º piso de un edificio de Los Ángeles. Los diversos juicios que se produjeron para eliminar de la herencia a su hijo ocurrieron tanto antes como después de su fallecimiento. En este caso también se encuentra la hija de la tenista Lisa Bonder, Kira Bonder, dos años mayor que su medio hermano.
Steve Bing siempre buscó que tanto Kira Bonder como Damian Hurley fueran reconocidos por la familia Bing, incluso en un primer juicio lo consiguió. Pero tras su muerte, los jueces han fallado a favor de los demandantes, perdiendo toda posibilidad de recibir compensación económica alguna. La reacción de la expareja de Hugh Grant fue: "Me alivia saber que Steve nunca sabrá que los parientes de Damian tuvieron éxito en su apelación final". La herencia habría sido de 210 millones de dólares para cada uno de los hijos.
La fortuna de la familia Bing procede de negocios en el sector inmobiliario, de los cuales estaba al frente Leo Bing, abuelo de Steve Bing, no obstante, la administración del patrimonio de la familia recaía actualmente en Peter Bing, abuelo de Damian Hurley, principal responsable de eliminarle de la herencia.
Reacción de Damian Hurley
Damian Hurley no ha querido entrar en ninguna polémica, pero sí que ha aportado una fotografía de su familia materna en la red social Instagram. En la instantánea se puede ver a su madre, a su abuela y algunos de sus primos, junto con el texto: "Agradecido por mi preciosa familia. Hoy y siempre". Gracias a esto, ha recibido el cariño de miles de personas que apoyan su decisión de mantenerse al margen.
El padre de Damian Hurley se enfrentó a su propio padre para que sus hijos fueran reconocidos, y a su muerte recibieran el legado que les correspondía. Del mismo modo, durante el tiempo que estuvo vivo pasaba una pensión económica a sus exparejas para el cuidado de sus hijos y finalmente les escribió una carta de despedida.