La gala de los Oscar ha traído consigo un montón de momentos embarazosos para el recuerdo. Entre ellos, la seca respuesta de Melanie Griffith cuando fue preguntada por el papel de su hija, Dakota Johnson, en la adaptación cinematográfica de 'Cincuenta sombras de Grey'. Sin duda, una de las parejas más solicitadas durante la alfombra roja fue la que hacían la exmujer de Antonio Banderas y la hija que tiene en común con la estrella televisiva Don Johnson.
Ambas acapararon un gran número de flashes, después de que la joven actriz se haya convertido en la estrella del momento gracias a su interpretación de la inocente Anastasia Steele. Johnson, con un elegante vestido rojo de Saint Laurent, y Griffith, impresionante a sus 57 años vestida con un sobrio diseño negro de generoso escote, no tuvieron ningún problema en atender a los reporteros allí congregados.
La presentadora de ABC, Lara Spencer, preguntó sin preámbulos a Melanie Griffith si había visto la película erótica protagonizada por su hija que tanto ríos de tinta ha hecho correr. Sin disimular su incomodidad, Griffith contestó secamente que no, mientras Dakota Johnson intentaba relajar la situación con un encogimientos de hombros y un "tal vez algún día". Lejos de terminar con el tenso momento, Griffith aseguró que no creía que pudiera verlo. "Sería extraño. Bueno, sé que es una muy buena actriz, no necesito verla para saber lo buena que es", apuntó. En ese momento, la Anastasia Steele cinematográfica chasqueó los dedos, diciendo: "¡Muy bien! No tienes por qué verlo. Santo cielos".
Tenso encuentro en la fiesta de Vanity Fair
Este no fue el único momento embarazoso que le deparaba a la protagonista de 'Armas de mujer' la noche de los Oscar. En la posterior fiesta de Vanity Fair, tuvo que encontrarse con su ya exmarido, Antonio Banderas, del que se separó de manera repentina el pasado 6 de junio tras varios años de problemas conyugales por sus múltiples adicciones a los fármacos. Según varias fuentes, el antiguo matrimonio estuvo evitándose durante toda la velada y en ningún momento se dirigieron la palabra.