El integrante de One Direction murió el 16 de octubre tras caer desde la tercera planta de un hotel en Buenos Aires.
Liam Payne, conocido por ser uno de los cinco integrantes de la boy band One Direction, fallecía el pasado 16 de octubre de 2024 tras precipitarse desde el balcón en una tercera planta de un hotel el Buenos Aires. Más de dos semanas después y tras realizarle la autopsia, los restos mortales del cantante podrán ser repatriados a su país natal, Reino Unido, donde tendrá lugar también el funeral. Para ello, el cuerpo de Payne ha sido trasladado al Cementerio Británico de Buenos Aires para ser embalsamado, tal y como ha podido saber el diario argentino La Nación a través de fuentes judiciales.La autopsia realizada en Buenos Aires determinó que había sido una "muerte dudosa" al desconocerse las circunstancias en las que se produjo la caída desde el balcón, pero determinó que había sufrido 25 lesiones que le costaron la vida en el acto no pudiendo hacer nada por su vida cuando llegaron los servicios de emergencias. Esta autopsia también desveló que Liam Payne había consumido drogas previamente a su fallecimiento como la "cocaína rosa", cocaína, benzodiazepina y crack.
El funeral de Liam Payne será en la Catedral de San Pablo de Londres
El proceso de embalsamiento dio comienzo el pasado sábado 2 de noviembre de 2024 y, tal y como apunta tanto La Nación como el medio Us Weekly, dura unas 48 horas, por lo que este mismo lunes 4 de noviembre podría comenzar el traslado de los restos mortales de integrante de One Direction desde Buenos Aires a Londres. Será en la capital británica donde tenga lugar el funeral, concretamente en la Catedral de San Pablo, y no en su ciudad natal, Wolverhampton.
Aunque el padre de Liam Payne viajó hasta Buenos Aires 48 horas después de la muerte de su hijo y ha permanecido allí todo este tiempo para realizar los trámites burocráticos necesarios para el traslado de los restos mortales, el proceso se dilató más de lo esperado. La razón no sería otra que los resultados toxicológicos que formaron parte de la autopsia, un proceso que suele tardar entre una y dos semanas y serían necesarios en un caso como el de Liam Payne cuyos primeros análisis revelaron la presencia de drogas en su organismo.