Hace poco se pudo ver a Cristina Rodríguez junto a sus compañeros de 'Cámbiame' llorar como magdalenas para despedir el que había sido su programa de televisión y su trabajo durante más de tres años. Pero pese a esa imagen desoladora, se descubre ahora que la estilista más veterana se guardaba una muy buena noticia para la fiesta de despedida.
Fue precisamente en ese momento cuando comunicó ante todo el equipo que volvería a pasar de nuevo por el altar. Después de dos años de relación, el novio de Cristina Rodríguez le ha pedido matrimonio. Pero, ¿quién es el novio de la estilista? Su nombre es Raúl García Gil, un directivo de la marca Fiat y uno de los empresarios automovilísticos más importantes de España. A sus 46 años, este también fue director de otras grandes marcas como Hyundai y Kia.
Más allá de todo esto, el hombre que conquistó el corazón de la también colaboradora de algunos programas de Telecinco tiene mucha cosas buenas: "Es muy bueno. Es buena gente, que no tonto. Él me ama y yo a él. Me ha costado mucho encontrarlo y no quiero que se me vaya ", decía la propia Cristina Rodríguez a la revista Lecturas tras haber hecho oficial su compromiso.
Su segunda boda
Para la estilista esta experiencia no es algo novedoso ya que pasó por el altar en una ocasión anterior, cuando tenía tan solo 22 años. A pesar de no haber salido bien y divorciarse después de 12 años, la de Benidorm guarda un bonito recuerdo de esa etapa de su vida y reconoce que el error fue suyo: "Él era buen marido pero yo no era buena mujer. Me pasé tres años diciéndole a mi marido que esto no iba bien. Le decía que no estaba dándole nada, que no era una buena mujer, porque creo que no lo era".
Después de esto, Cristina Rodríguez no dejó de creer en el amor y siguió intentando encontrar al hombre de su vida, aunque no tuvo mucha suerte: " Me han puesto los cuernos que no podía pasar por las puertas ", aseguró ella misma. Pero parece que después de tantos desengaños ha aparecido el indicado que ha vuelto a conseguir que la estilista pase de nuevo por el altar.