La presentadora está dispuesta a proteger a su hija contra viento y marea, es por eso que no quiere exponerla.
Cristina Pedroche se encuentra viviendo un momento muy especial en su vida después de haberse convertido en madre por primera vez el 14 de julio de 2023. Lo cierto es que más allá de expresar su felicidad o de contar los pormenores de su maternidad parece que esta parcela de su vida estará muy acotada y que no piensa publicar la carita de su hija en las redes sociales.
Su decisión ha generado un gran revuelo entre sus seguidores, recibiendo reproches y críticas por ello. "Llevas los nueve meses con el tema de contarnos todo del embarazo, y ahora deberías de enseñar a la bebé", le decía una usuaria, y ella no ha dudado en contestar así: "Y sobre este tipo de mensajes que recibo también muchos... No creo que haya sido 'pesada' con el tema del embarazo, no he compartido casi nada de ella, ni una sola ecografía, he ido compartiendo las cosas que a mí como mujer me han venido muy bien en el embarazo porque creo que podría ayudar a otras mujeres". La razón de no compartir a su hija no es otra que el 'hate' que recibe continuamente en las redes sociales, por eso ha dicho: "Ya sabéis que levanto mucho odio y mi meta en la vida ahora es cuidar y proteger a mi hija, y si ya recibo muchos mensajes feos sobre ella sin haber mostrado ni un pie suyo, no quiero ni imaginar lo que podría ser si lo hago", ha dicho de manera tajante.
"Sé que la mayoría sois adorables y me dais mucho cariño, pero tendrá que ser ella cuando sea mayor la que decida si quiere que se la conozca o no. Gracias por la comprensión", terminaba diciendo. Y esta no es la primera vez que se pronuncia sobre esto, porque ya Sonsoles Ónega le dijo que ella quería ver la carita de su hija cuando naciera, a lo que contestó: "La verás tú en privado, porque no voy a subir ninguna foto de la niña. Compartiré algún piececito o algo, y a ti te mandaré alguna foto".Así está viviendo su maternidad
Mientras que lidia con este tipo de comentarios, ha contado que ha superado uno de sus miedos, que era no conseguir tener demasiada leche para alimentar a su hija, y le ha sucedido todo lo contrario y todo va sobre ruedas. Además, se ha tatuado una ola en su brazo que representa a su hija, un gesto muy bonito y simbólico para ella.