El delantero del Real Madrid y jugador de la Selección Portuguesa ha hecho una de las suyas y le quitado el micrófono a un periodista para arrojarlo a un lago.
De este chico nada, pero nada nos sorprende. Un día va un hospital y anima a niños enfermos, otro se va de fiesta a Ibiza, y esta vez tira un micrófono a un lago. Puede que suene raro pero muchos periodistas han sufrido incidentes de este tipo, y si no, no hay más que echar la vista atrás para acordarse de Isabel Pantoja apartando cámaras a diestro y siniestro.
Por lo general el futbolista suele contestar a las preguntas, y si no le apetece hacerlo se queda callado, pero nada más allá. Hasta este momento. Al parecer el delantero estaba paseando con la selección portuguesa de fútbol antes de enfrentarse a Hungría en la Eurocopa 2016 (por cierto, marcó dos tantos y dio una asistencia de gol), y mientras se relajaba, un periodista se acercó a él preguntándole si estaba preparado para el partido, reaccionando de una manera repentina: agarró el micrófono de este sin contestar dicha pregunta y lo arrojó al lago que estaba justo a su izquierda. El periodista se quedó con la boca abierta, y no es para menos.
Motivos y bromas
El periodista era del medio Correio da Manhã, al que Cristiano Ronaldo habia vetado hace tiempo. Y a instancias de este aspecto la prensa tiene totalmente prohibido hablar con los jugadores durante el paseo de antes de los partidos. Y parece que no es el primer incidente que tiene con el medio. La mala relación que existe entre medio y futbolista viene por las publicaciones polémicas sobre su vida privada y familiar. De hecho, Cristiano ha denunciado en varias ocasiones a CMTV por falsedad.Parece que ha querido quitar hierro el asunto. Asi, el futbolista pasó por la zona mixta después del partido con Hungría, y ahora parece que se toma el incidente con humor y lo recuerda entre risas, es más, hizo comentarios al respecto a los periodistas que se encontraban alrededor del pasillo de prensa: "¡Cuidado con los micrófonos!". Ahora él se ríe, pero seguro que al reportero de Correio da Manhã no le hace tanta gracia.