Cristiano Ronaldo se encuentra en un momento lleno de problemas en lo que refiere a las viviendas que tiene repartidas a lo largo y ancho del planeta. El futbolista acaba de vender su apartamento en la Torre Trump de Nueva York, un piso que puso a la venta en 2019, pero que no le ha reportado beneficio alguno como esperaba, sino todo lo contrario, pérdidas.
Lo compró en 2015 por 16 millones de euros, sin embargo, lo ha vendido mucho más barato, por 6,8 millones, así que ha perdido cerca e diez millones en esta transacción, una cifra muy elevada que se suma a sus inversiones fallidas en otros lugares y más por las reformas que ha llevado a cabo saltándose la normativa vigente de las ciudades en las que están localizadas.
Desde hace varios meses arrastra serios problemas, y es que aún sigue reformando su ático en Lisboa, que compró por siete millones de euros y que el ayuntamiento de la ciudad le obligó a remodelar acorde a la normativa, pues había acristalado su enorme terraza saltándose las leyes vigentes.
Pero eso no es todo, porque también su casa de Geres, ubicada al norte de Lisboa, tenía que ser reformada y las autoridades de la zona le dieron unos meses de plazo para derribar una pista de tenis y un edificio anexo a la mansión y que tampoco cumplen con la normativa. Se ha podido conocer que dicho plazo expiraba en marzo de 2022, por lo que no cuenta con mucho margen de error y podría enfrentarse a problemas con la justicia portuguesa.
No le va bien ni en los negocios ni en su equipo
Más allá de eso, también tuvo ciertos quebraderos de cabeza cuando se mudó a Manchester, aunque en ese caso no compró una vivienda, sino que la alquiló, no obstante, ni él ni su pareja, Georgina Rodríguez, se sentían seguros en la misma, por lo que a las pocas semanas de llegar allí tuvieron que mudarse con sus hijos. Además, el futbolista no atraviesa su mejor racha en su carrera profesional. Al parecer, no ha cumplido con las expectativas del Manchester y las críticas de compañeros y afición se multiplican, tachándole de ser egoísta y un mal ejemplo dentro del club.