Según reflejan dichos papeles, en 2010 Cristiano Ronaldo pagó 375.000 dólares a Mayorga para que guardase silencio respecto a estos supuestos hechos. Este dinero iba acompañado además de un acuerdo de confidencialidad entre ambas partes que implicaba "obligación de confidencialidad -valga la redundancia- y no menosprecio". No obstante, en todo momento la defensa especifica que esto no implica la confirmación de los hechos por parte del jugador de fútbol sino que se hizo para que estos hechos no llegasen a los medios de comunicación y no perjudicase la imagen pública de Ronaldo.
La joven había denunciado en su momento los hechos ante la Policía aún que por aquel entonces no dio nombre y apellidos sino que simplemente dijo que había sido una estrella de fútbol. Según la versión que dio en su momento, ambos se habrían conocido en junio de 2009 en la discoteca Rain Nightclub del hotel Palms en Las Vegas. Tras un primer encuentro, el portugués la invitó a una fiesta en su suit del hotel, lugar donde ocurrieron todos los hechos.
Una cifra que iba acompañada de un acuerdo de confidencialidad
Tal y como se informó durante la investigación el caso, al no haberse dado a conocer en su momento ni el nombre del atancante, ni el lugar de los hechos, los detectives no pudieron buscar pruebas ni evidencias forenses de lo ocurrido, tal y como apunta el propio texto de la resolución judicial del pasado mes de julio. Por este mismo motivo, tampoco se puedo tratar el caso -en su comomento- como un caso de abuso sexual.