Cristiano Ronaldo acaba de celebrar su 33 cumpleaños que se ha convertido en uno de los más agridulces para él. El futbolista ha dado un paso más y ha pedido a la jueza que le investiga por cuatro delitos fiscales las inspecciones de sus compañeros de equipo Benzema y Pepe -quien ya no juega en el Real Madrid-.
Lo que pretende es demostrar que la Agencia Tributaria ha buscado una manera de interpretar su supuesto fraude que ronda los 14,7 millones de euros. Lo que no quiere es que esto se considera una causa penal cuando en otras ocasiones se ha valorado como una cuestión administrativa.
Ronaldo lo que destaca en el nuevo escrito que ha presentado ante el Juzgado de Instrucción número uno de Pozuelo de Alarcón (Madrid), al que ha tenido acceso El Mundo, que el criterio que está empleando Hacienda con él para analizar la cesión de sus derechos de imagen a un entramado que se encuentra en las Islas Vírgenes Británicas "en ningún caso ha sido amparado por nuestros tribunales de Justicia, los tribunales Económico-Administrativos, la Dirección General de Tributos".
La decisión del jugador portugués de dar el paso a la hora de solicitar los expedientes fiscales de Benzema y de Pepe lo ha llevado a cabo después de que la inspectora de Hacienda en su caso declarase ante la jueza que los asesores del futbolista conocían perfectamente las inspecciones de otros futbolistas en situación similar.
Al mal tiempo, buena cara
Mientras tanto ha publicado una imagen en su cuenta de Instagram con una gran tarta y con ella agradece todas las felicitaciones que ha recibido. Y instancias de su problemas con Hacienda se ha lanzado a una nueva aventura profesional al adquirir la Casa del Libro de Gran Vía para hacer un hotel y ático de lujo. Ya anunció en 2015 que abriría cuatro hoteles en Madrid, Madeira, Lisboa y Nueva York, y ya se ha anunciado que será un edificio de 9 plantas y que se invertirán en los cuatro hoteles cerca de 75 millones de euros.