Y para él su hermano tiene una enfermedad más preocupante: "tiene enfermedades más graves, como la morfofobia, de ahí que tenga más de cuarenta operaciones por su obsesión de dar una imagen perfecta". Una de las mayores críticas que ha hecho Coto Matamoros es a la enorme cantidad de operaciones estéticas que se ha hecho su hermano, diciendo: "Él mismo es su peor enemigo. Las enfermedades se las genera uno mismo y él tiene muchos pensamientos y sentimientos negativos, por lo que repercute en la salud... Es una persona cargada de problemas y eso le debería hacer pensar qué es lo que ha hecho con su vida. Y lo que yo no voy a hacer es compadecerme de una persona cuya única preocupación es arreglarse la cara".
Su visión de la vida es muy distinta, puesto que no entiende cómo su hermano no es consciente de cosas que forman parte de la vida como la enfermedad o incluso la muerte: "La muerte y las enfermedades son parte de la vida y son algo maravilloso. Hay que saber afrontarlo y asimilarlo, y Kiko no sabe". Sus sentimientos hacia el televisivo son prácticamente nulos, y la única palabra que utiliza para calificarle es 'monstruo': "Yo lo único que he hecho ha sido comprarle regalos a sus hijos, pagarle el alquiler de la casa e ir a la cárcel para que no fuese él", ha añadido.
No quiere saber nada de él
Parece que Kiko Matamoros no habría conseguido tener muy feliz a su madre, porque su hermano ha dicho: "Si mi madre estuviese viva y se enterase de cómo es ahora la vida de mi hermano, se moriría de un ataque al corazón". Por consiguiente, tan alejado está de su hermano que vive en República Dominicana y muy pronto se mudará a México para seguir con sus proyectos espirituales.