Cósima Ramírez se ha convertido en una cara conocida por derecho propio. Es la hija de Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada, una joven que tiene mucho que decir sobre sí misma y sobre lo que ha rodeado a su familia, sobre todo en relación al sorprendente divorcio de sus padres, uno de los escándalos de la crónica social en 2016.
Lo que no se esperaba era que en una entrevista con Vanity Fair hablara de sexualidad, y más concretamente de la suya. La joven opina que las tendencias sexuales de cada uno no deberían ser motivo de estigma social y que le parece "cruel, patético y retrógrado que te juzguen por ello. En España son muy cotillas y muy reprimidos. Ya es bastante difícil encontrar pareja, ¿por qué limitarse a una sexualidad?".
Críticas al matrimono y loas a su padre
En cuanto al matrimonio, le parece que "es útil como institución económica, pero puedes tener un gran amor y no casarte. De hecho, mis padres estuvieron juntos durante 30 años y fue al casarse cuando fastidiaron las cosas ". En ese sentido, asegura que la separación de sus padres le pilló por sorpresa, y que le apena que se despertara tanto morbo. La aristócrata espera que a su madre "se le pase el disgusto y que se dé cuenta de lo muchísimo mejor que vamos a estar todos. Ella es más divertida y más moderna que mi padre y se ha tenido que parar de muchas maneras y adaptar a los ritmos de él".
No ha evitado hablar del vídeo de su padre, un documento en el que Pedro J Ramírez aparecía manteniendo relaciones sexuales con una mujer. Corría octubre de 1997, y ella era solo una niña que se dio cuenta tarde de lo que había ocurrido: "Todos los que me conocían sabían de la existencia de ese vídeo, todos menos yo. Me enteré muchos años después. Me pareció indignante que no me lo contaran. Fue un shock, pero tampoco me importó para nada. El héroe de esa historia fue mi padre, porque no se rindió ante el chantaje".