Para poder pagar ese gran gasto, su mujer, Corinna Schumacher, se está deshaciendo de parte de su patrimonio. Ha vendido mansiones, joyas y posesiones valiosas. Un ejemplo de ello es la vivienda que tenían en Suiza, donde el piloto estuvo residiendo tras su accidente y por la que ha conseguido 58,7 millones de euros, o su casa de vacaciones en Noruega. También han vendido su jet privado por un valor de 31,6 millones de euros.
Hace poco se sabía que el 13 de mayo de 2024 salió a subasta el anillo de oro y diamantes de 18 quilates que Ferrari regaló al expiloto por el final de la temporada de 2003. Un día más tarde, el 14 de mayo de 2024, vendió ocho relojes que pertenecían al siete veces campeón de Fórmula 1 por 4,4 millones de euros en la casa de subastas de Christie's de Ginebra.
Un estado de salud llevado en celosa intimidad
Sin embargo, parece seguir necesitando de la ayuda médica para poder tener unas buenas condiciones de vida. La propia Corina ha admitido que hace esto porque su marido ya no los va a poder disfrutar más. A estos ingresos se le suman los 200.000 euros que el grupo de comunicación alemán Funke-Mediengruppe tuvo que pagar a la pareja por daños morales tras haber generado con inteligencia artificial una entrevista con el expiloto.