Galería: Gran Premio Fórmula 1 de Mónaco 2012
Michael Schumacher tuvo un duro accidente en diciembre de 2013 cuando estaba esquiando en los Alpes, por el que sufrió lesiones cerebrales muy graves. Desde entonces se sabe muy poco de la vida personal del expiloto de Fórmula 1 y su estado de salud, únicamente que vive en Mallorca, donde compró en 2018 una mansión por 30 millones de euros que pertenecía a Florentino Pérez. No obstante, también se sabe que es en España donde está llevando sus tratamientos, cuyos costes son muy altos ya que, según el periódico británico, The Sun, rondarían los 7 millones de euros al año.
Para poder pagar ese gran gasto, su mujer, Corinna Schumacher, se está deshaciendo de parte de su patrimonio. Ha vendido mansiones, joyas y posesiones valiosas. Un ejemplo de ello es la vivienda que tenían en Suiza, donde el piloto estuvo residiendo tras su accidente y por la que ha conseguido 58,7 millones de euros, o su casa de vacaciones en Noruega. También han vendido su jet privado por un valor de 31,6 millones de euros.
Hace poco se sabía que el 13 de mayo de 2024 salió a subasta el anillo de oro y diamantes de 18 quilates que Ferrari regaló al expiloto por el final de la temporada de 2003. Un día más tarde, el 14 de mayo de 2024, vendió ocho relojes que pertenecían al siete veces campeón de Fórmula 1 por 4,4 millones de euros en la casa de subastas de Christie's de Ginebra.
Un estado de salud llevado en celosa intimidad
El estado de salud del piloto ha sido siempre un secreto, menos en 2019 cuando, tras aparecer varios tumores, la familia hizo un comunicado por el que dijeron: "Pueden estar seguros de que sigue en las mejores manos y que hacemos todo lo posible para ayudarle. Por favor, entiendan que sigamos deseosos de Michael y que mantengamos en privado una cuestión tan delicada como su saludo".
Sin embargo, parece seguir necesitando de la ayuda médica para poder tener unas buenas condiciones de vida. La propia Corina ha admitido que hace esto porque su marido ya no los va a poder disfrutar más. A estos ingresos se le suman los 200.000 euros que el grupo de comunicación alemán Funke-Mediengruppe tuvo que pagar a la pareja por daños morales tras haber generado con inteligencia artificial una entrevista con el expiloto.