Arantxa Sánchez Vicario sigue envuelta en el largo e interminable proceso judicial que le enfrenta a su exmarido, José Santacana, y que comenzó en el mismo momento en el que se separaron, el 26 de febrero de 2018. Por ahora, no parece que el litigio vaya a llegar a su fin ya que están pendientes de celebrar un juicio y varias reuniones y citas con ambas partes.
La última cita más importante a la que la tenista y su exmarido acudieron se produjo el 11 de julio en los juzgados de Miami Dade, un Case Management Conference, es decir, un encuentro de las dos partes con el juez para afirmar el buen trayecto del caso y para establecer una posible futura fecha para un juicio. Esta cita llega después de que en abril de 2022 ambos presentaran facturas y pruebas del banco que recogen ingresos, gastos y finanzas.
Hasta marzo de 2021 el caso estaba tratándose en Barcelona, donde la tenista recurrió la decisión de un juzgado de Esplugues, lugar en el que vivieron durante su matrimonio. La Audiencia Provincial de Barcelona dio la razón a la tenista y consideró apropiado que fuera un juez de Estados Unidos el que se encarga del caso ya que era su lugar de residencia cuando se separaron.
No es el único caso pendiente de Arantxa Sánchez Vicario. La tenista también está envuelta en un proceso judicial contra el Banco de Luxemburgo, que se querelló contra ella y su exmarido. A pesar de que el juicio todavía no tiene fecha concreta, el Banco ha solicitado una pena de cuatro años de cárcel para los dos y una indemnización que asciende a los 6 millones de euros.
Alejada de sus problemas
En pleno proceso judicial, la tenista se está tomando unas vacaciones en Gran Canaria, donde se le ha podido ver acompañada de sus hijos, Arantxa y Leo. Los tres disfrutaron de una cena en el restaurante Parque Romántico, al que la tenista suele acudir. Sin embargo, no estaban solos, sino que contaban con la presencia de una misteriosa mujer de cierta edad de la que se desconoce la identidad.