Acostumbrada a lucir una larga melena y una tupida barba negra, Thomas Neuwirth, conocida artísticamente como Conchita Wurst, ha aparecido irreconocible en la alfombra roja de la celebración de la Life Ball 2018, una gala benéfica con el fin de recaudar fondos para la lucha contra sida más importante del mundo celebrada en Viena.
La temática del evento este año estaba inspirada en la película 'Sonrisas y Lágrimas'. Para ello, la ganadora de Eurovision 2014 quiso emular el estilismo de Julie Andrews en el film. Pero este particular homenaje ha ido mucho más allá de la vestimenta y la cantante ha aparecido con un pelo corto y teñido de platino, al igual que su característica barba.
Desde que se subió al escenario del certamen de música en el año 2014, Conchita Wurst siempre fue una abanderada de la tolerancia y aceptación de la diversidad de personas, tanto en el propio género como en la condición sexual. Pero este, más que nunca, la cantante está especialmente vinculada con la causa de la celebración de esta gala: la lucha contra el sida.
Su lucha contra el VIH
El pasado mes de abril de 2018 confesó públicamente que padecía de VIH desde hacía años. Aunque se vio obligada a hacerlo tras sufrir las amenazas de una exnovio, también quiso aprovechar la ocasión para visibilizar un tema tan tabú y desconocido en la sociedad explicando a sus seguidores como se sentía, como se había enfrentado a ello y como esto no lo había limitado en su vida, tal y como se había demostrado.