El miércoles 19 de abril Palomo Linares ingresaba en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid para someterse a una operación a corazón abierto muy delicada. Llegaba con mucho optimismo y asegurando que en peores plazas había toreado. Pero las complicaciones del postoperatorio, cuando sufrió una hemorragia cerebral, han acabado con su vida. Su viuda Concha Azuara, que ha estado junto a él en todo momento en el hospital, llegaba desolada a su capilla ardiente situada en el Tanatorio La Paz de Alcobendas, Madrid.
Tras agradecer a la prensa allí congregada todo el cariño y respeto que estaban mostrando tanto hacia el torero fallecido como al resto de toda la familia, la Jueza ha querido recordar a su pareja con unas bonitas palabras: " Era una gran persona y nos ha dejado demasiado pronto. Son momentos muy duros. Este toro ha sido muy grande y no ha podido con él", comenzaba diciendo.
"Sebastián era una gran persona, generoso, tenía un gran corazón y le ha fallado. Pero le ha fallado de grande, como persona. Era el amor de mi vida y estoy totalmente desolada. No me lo creo. Teníamos muchos planes por hacer, muchas cosas por hacer ", continuaba declarando sin poder contener las lágrimas.
Palomo Linares descansará en su finca de Aranjuez
Concha Azuara, que llevaba cinco años al lado del diestro, ha deseado que el diestro sea recordado "cómo él era, natural. Era un hombre generoso, grande, legal, leal, todo los adjetivos que le pueda decir son pocos. Era muy amigo de sus amigos, un luchador, un hombre hecho a sí mismo, tenía una pasta especial y poca gente hay así en esta vida".
Por su parte, su hijo Miguel, a la misma puerta del hospital en el que falleció su padre ha explicado para los medios de comunicación que su padre será incinerado este marts 25 de abril y se le oficiará una pequeña ceremonia a las 20:00 horas de la tarde. Posteriormente sus cenizas serán llevadas a la finca familiar de Aranjuez "como él quería".