Fue número uno del mundo y ganó cuatro títulos del Grand Slam en categoría individual, seis en categoría de dobles y cuatro en dobles mixtos. Sin embargo, ahora la situación es muy diferente para Arantxa Sánchez Vicario. La tenista publica sus memorias, un libro donde anuncia sus problemas económicos y que no tiene relación con ningún miembro de su familia.
Arantxa tuvo problemas con Hacienda
Asimismo, la tenista asegura que no se habla con sus padres, ya que le explotaron en su infancia y adolescencia. Su padre, Emilio, que se encargó de llevar todas sus cuentas, se ha convertido en el principal responsable, según la tenista, de su actual ruina económica. Perseguida por Hacienda, Arantxa dice que fueron sus padres quienes se encargaron de quedarse los "45 millones de euros" que ganó.
Sus padres se quedaron el dinero
Por su parte, la reacción de la familia no se ha hecho esperar y su madre, Marisa Vicario Rubio ha emitido un comunicado. "Es inexplicable el dolor que sentimos, el nudo en el estómago que convive con nosotros. Yo tengo 75 años y mi marido 79. Nunca imaginamos que podría ocurrir algo así. Esta situación sí que es una enfermedad que afecta directamente al alma, aunque la intentaremos asimilar con dignidad, nos estamos quedando sin fuerzas (...) Esperaremos a la publicación del libro, aún a pesar nuestro lo leeremos con atención. Entonces será el momento de que yo (en nombre, también, de Emilio) o nuestros abogados, demos cumplida contestación a las falsas acusaciones que se nos hacen", reza la nota.
Arancha Sánchez Vicario y José Santacana contrajeron matrimonio el 12 de septiembre de 2008 en el Castillo de Peralada en Girona. Fruto de esa relación nació su primera hija, Arantxa, el 27 de febrero de 2009 en Barcelona y dos años más tarde vino al mundo su segundo hijo, un niño llamado Leo. Este matrimonio fue clave en la rupturas familiares entre los Vicario, que no veían con buenos ojos al marido de su hija.