Dos años después de la muerte de Michael Jackson, su médico personal se sienta en el banquillo de los acusados como el presunto causante de la muerte del artista por mala praxis. El Rey del Pop, falleció el pasado 25 de junio de 2009 a causa de una intoxicación provocada por una mezcla de medicamentos, en especial de propofol, un anestésico de uso hospitalario, según datos que arrojó la autopsia.
En su defensa, Conrad Murray alegará que fue el propio Jackson el que ingirió una dosis letal de tranquilizantes. La defensa del médico tiene previsto plantear la hipótesis de un suicidio por parte del intérprete de 'Thriller'. Al parecer, la estrella estaba aquejada de un insomnio agudo que trataba de superar a toda costa, motivo por el cual habría aprovechado un momento en el que su médico se había ausentado para automedicarse los somníferos.
Además, los abogados de Conrad recurrirán a las pruebas halladas en la autopsia, que revelaron que en el estómago de Jackson se encontraron 13 miligramos de Propofol, lo que sostiene la hipótesis de que fue el propio artista el que ingirió el medicamento.
Comienzan cinco semanas de juicio para esclarecer la muerte de Michael Jackson
Serán cinco semanas de proceso en el que la incógnita más importante es si testificarán o no los hijos de Jackson. Los dos mayores han pedido el deseo expreso a su abuela de poder declarar en el juicio. De momento, lo único que se conoce, según recoge el diario 'Los Angeles Time ', hablarán Kenny Ortega, coreógrafo de la gira 'This is it' con la que Jackson pensaba reaparecer en los escenarios y Paul Gongaware, una de las personas que trabajaba para la empresa promotora de los conciertos, AEG.
Este es uno de los procesos más esperados y que más opiniones e informaciones ha generado en los últimos años. Se espera que lleguen medios de todas partes del mundo para comunicar los hechos que puedan esclarecer la muerte del Rey del Pop. De ser cierta la culpabilidad del médico, Conrad Munray pasaría cuatro años en prisión.