Gwyneth Paltrow reaparecía el pasado martes 21 de marzo en Utah para estar presente en la primera sesión de un juicio contra ella por un accidente que tuvo esquiando en 2016. Terry Sanderson, un optometrista jubilado, le reclama a la afamada actriz 300.000 euros en calidad de indemnización por las lesiones sufridas en aquel coche en una pista de esquí, de las cuales algunas de ellas el han dejado daños irreparables.
Según testificó el 1 de enero de 2019, cuando se interpuso la demanda, Platrow lo atropelló por detrás mientras esquiaba por una pista para principiantes y luego se dio a la fuga. Sanderson asegura que lo dejó tirado "gravemente herido (...) con una lesión cerebral traumática permanente y cuatro costillas rotas". Un gravísimo accidente que le ha dejado unos daños irreparables y que se han traducido en "dolor, depresión, pérdida del disfrute de la vida, angustia emocional y desfiguración".
Por aquel entonces, la presunta víctima le reclamaba a Gwyneth Paltrow la friolera cifra de 2,79 millones de euros, una cifra que se ha ido rebajando hasta los 300.000 euros. Este también alega que, por aquel entonces, un instructor había presentado un informe falso a favor de la actriz y que será testigo del juicio.
La cotrademanda de Paltrow
Tras recibir esta demanda, la empresaria también presentó una contrademanda asegurando que el que había chocado contra ella había sido el demandante y no al revés: " Ella no lo derribó. Él la derribó. Él no fue noqueado. La Sra. Paltrow estaba esquiando con cuidado. Esquió lentamente para quedarse detrás de sus hijos, que estaban recibiendo instrucción de esquí un poco más abajo en la montaña", se podía leer en el escrito presentado.
Ahora, en esta primera jornada, su abogado ha asegurado ese viaje había sido muy especial para la actriz ya que era la primera vez que esquiaba tras la muerte de su padre, que había tenido lugar en 2002, y que quería que sus dos hijos aprendiesen este deporte. Por este mismo motivo, tanto su ya marido, Brad Falchuk, como sus dos hijos, Apple y Moses, fruto de su relación con Chris Martin, vocalista de Coldplay, testificarán en el juicio.