La modelo ha sido la encargada de publicar un vÃdeo en el que se puede ver lo contento y sorprendido que está el portugués al ver el coche de lujo. Rápidamente abraza a su chica, la da un beso en la cabeza y empieza a recibir las felicitaciones del resto de amigos, mientras no para de decir: "Gio, Gio...", pensando en el increÃble regalo que acababa de recibir.
Por otro lado, su chica le ha felicitado de paso con las siguientes palabras: "¡Felicidades al hombre de mi vida! Qué ganas de transportar nuestro amor en tu regalo". También ha subido una foto de su chico con un increÃble ramo de flores blancas y el luso ha compartido una imagen con su hijo mayor, su chica y una tarta en la que se puede leer 'CR7', escribiendo: "Toca celebrar mi cumpleaños. Gracias mi amor por esta increÃble sorpresa".
Para una noche tan especial ha sido el restaurante Casa Fiore, en TurÃn, el elegido por la pareja para reunirse con sus amigos, como Miguel Paixao, el periodista deportivo Edu Aguirre, la hermana de la modelo Ivana y su pareja, el artista Carlos GarcÃa, quien le dedicó unas palabras a través de sus redes sociales: "¡¡Muchas felicidades @cristiano!! El más grande como jugador y maravilloso como persona. ¡Te deseo todo lo mejor! Muchas gracias @georginagio y mi amor @ivana_rh por un momento tan especial".
Y en cuanto a otras felicitaciones, no ha faltado la de Florentino Pérez, el Presidente del Real Madrid, que a pesar de su marcha del equipo le sigue teniendo mucho aprecio, por eso le dijo: "Felicidades al mejor jugador del mundo".
Muchas anécdotas e intimidades
También su hermana Katia Aveiro le ha dedicado unas palabras, y de paso ha desvelado algunas intimidades que se corresponden a la época en la que eran pobres y se tenÃan que cuidar unos a otros. La portuguesa empezaba su felicitación de la siguiente manera: "¿Qué decir de ti? que eres un orgullo no sólo como hermano sino como hombre, como amigo, como padre, como hijo y sobre todo, como ser humano. Mirar hacia atrás y ver cómo el tiempo pasó y el hombre maravilloso en que te convertiste, aunque no siempre fue asÃ. No voy a contar que nuestra madre me obligaba a lavar tus pañales llenos de caca en el pozo (sà hace 35 años aún los pañales eran de tela)..no voy a contar que huÃas de mà cuando nuestra madre me obligaba a cuidar de ti y no quitarte los ojos de encima y yo corrÃa detrás tuyo, no voy a contar las veces que escapabas de casa para saltar la valla del campo para jugar al balón...y no voy a contar cuando nos fuimos a la playa los dos y madre pensaba que estábamos en catequesis".