La actriz niega que el matrimonio firmara unas capitulaciones matrimoniales en 2013 que les impedirían tener pareja hasta que se formalice el divorcio.
Paula Echevarría se ha dado prisa en desmentir el último rumor que ocupa su vida y la de Bustamante. Su polémica separación es objeto de todo tipo de comentarios, los últimos, desvelados por El Español y que la actriz ha tachado de "gilipollez" en su cuenta de Instagram. Dicho medio aseguraba que si hasta ahora ninguno de los dos había hablado públicamente acerca de nuevas relaciones sentimentales era por una poderosa razón, la cual desvelaba una persona de confianza de la pareja.
"En el año 2013 firmaron unas capitulaciones que guiaban los pasos a seguir por los dos si se llevaba a cabo dicha separación, y te afirmo que se están cumpliendo tal y como ellos relataron en su día que debían de hacerlo", aseguraba esta persona, de la cual no ha trascendido su identidad. ¿El contenido de esta cláusula? La existencia de otras relaciones: "Estaban de acuerdo en no oficializar ninguna otra relación hasta concluir el matrimonio en vigor".De haber sido así, este hubiera sido el motivo por el que Paula Echevarría no ha confirmado su relación con Miguel Torres, futbolista del Málaga C.F., con quien se le relaciona desde hace semanas. La actriz y el futbolista, que paradójicamente se conocen gracias a un videoclip de Bustamante, han dejado huellas más que evidentes de que mantienen, al menos, una relación especial. Así lo demostrarían los últimos viajes de Paula a Málaga o su comentadísima 'pillada' saliendo del Hotel Villa Magna.
Confirmación indirecta
Y es que fue precisamente este encuentro en el hotel madrileño, el pasado 12 de febrero, el que habría confirmado indirectamente su supuesto romance. La actriz no tuvo reparo en dejar su coche en la calle, en vez de en el parking, aun sabiendo la cantidad de periodistas y fotógrafos pendientes de sus movimientos. Además, el futbolista salió solo 10 minutos después de ella por la misma puerta, lo que evidenciaría que no se trató de una mera casualidad ni de un descuido por parte de ambos, sino más bien de una estrategia para confirmar lo suyo.