La segunda oportunidad que Jennifer Lopez y Ben Affleck se han dado como pareja está más afianzada que nunca. Después de las distintas especulaciones sobre un posible anillo de pedida, la pareja hizo público su compromiso. Ahora los medios vuelven a estar pendientes de ellos por un contrato prematrimonial que ambos deben firmar antes de contraer matrimonio.
Es una cláusula concreta del contrato la que ha dado de qué hablar a todo el mundo y es que diversos medios estadounidenses afirman que la actriz ha establecido una condición específica que afecta a la vida sexual de ambos. Así esta cláusula hace que, con la firma de contrato, la pareja deba tener cuatro relaciones sexuales como mínimo a la semana, algo que el actor tendrá que firmar sí quiere que se celebre su boda con su prometida.
Muchos han mostrado su oposición a esta cláusula, afirmando que puede hacer que se apague la llama entre ellos. Sin embargo, la relación entre la pareja es mucho más sólida de lo que fue años atrás, por lo que Jennifer Lopez parece que no ha dudado en establecer esta curiosa condición en el contrato. Y es que la relación va viento en popa, de hecho están planteando irse a vivir juntos en una mansión que tiene espacio para toda su familia.
A través de un video en su canal personal, la propia cantante hizo público su compromiso con el actor poco después de que saltaran los rumores al ver unas fotografías de la actriz con un anillo. En ese mismo vídeo, que acompañaba con la canción 'On my way', la actriz quiso mostrar la historia de ambos, desde el comienzo tantos años atrás hasta la actualidad, para informar de la noticia que todos estaban esperando, la boda.
Un gran paso en su relación
A pesar de la controversia que ha producido este acuerdo prematrimonial, la relación entre ambos está destinada a llegar a buen puerto después de haber terminado su primera relación hace 20 años. El destino quiso que la cantante y el actor volvieran a encontrarse después de romper ambos con sus respectivas parejas, Alex Rodríguez y Ana de Armas, y ahora se muestran más felices que nunca esperando celebrar una boda que no pudo tener lugar en 2004.