Con piscina, spa y vistas al Pacífico: así es la mansión de 60 millones de Cindy Crawford en Malibú

Estar rodeado por todo aquello que uno desea es una de las principales metas con las que todo el mundo sueña, al menos, una vez en su vida. Tener suerte en el amor, conseguir el mejor trabajo posible, disponer de un buen sueldo, presumir constantemente de lujos y caprichos, codearse con rostros de gran prestigio, asistir a los mejores eventos del año... Deseos completamente inalcanzables para muchas personas y que, sin embargo, sí se vuelven posibles para quienes son conocidos y aclamados en prácticamente todo el planeta.

Y dentro de este punto se encuentra, como no, el afán por poseer, disfrutar y alardear de vivienda propia. Pero no una vivienda cualquiera, sino uno de esos 'casoplones' que dejan boquiabierto incluso hasta al más inexpresivo y anodino. Algo de lo que parecen ser ya más que especialistas muchas de las celebrities de todo el mundo. Porque si hay algo que se les da de maravilla, además de llevar a cabo sus correspondientes funciones laborales, es presumir de todas las riquezas que les rodean. Sus mansiones, por supuesto, son las que se llevan la medalla de oro, sin lugar a dudas.

La mansión de Cindy Crawford, en Malibú, cuenta con su propio acceso privado a la playa

Ya sea por compartir algunas de sus características en las redes sociales o por ser objeto de debates y comentarios en múltiples medios de prensa rosa, lo cierto es que tanta ostentación acaba por dejarnos casi sin palabras. Justo lo que ocurría al descubrir interiores de viviendas como la de John Travolta en Ocala, Florida, con su propia pista de aterrizaje de más 2.5 kilómetros de largo; indagando en cada uno de los detalles del magnífico loft de Cristiano Ronaldo en Nueva York, valorado en nada más y nada menos que 16 millones de euros; y al descubrir el buen gusto del cantante Harry Styles tras la compra de su nueva mansión en West Hollywood.

Ahora, a esta gran fiebre de compras y ventas inmobiliarias también ha querido unirse uno de los iconos más relevantes del mundo de la moda: la inigualable y trascendental Cindy Crawford. Porque esto de encontrar y deshacerse de propiedades multimillonarias, en el tan peculiar universo celebrity, parece ser, con toda certeza, pan comido. Y sino que le pregunten a todos aquellos que, hasta el día de hoy, se han visto en la obligación de tener que vender algunas de sus muchas propiedades. Una situación muy común si se tiene en cuenta el tipo de trabajo al que se someten, haciendo que pasen largas temporadas fuera de casa, o también el exceso de viviendas del que se hacen cargo.

El color blanco y los destellos azules del mar se encargan de iluminar al completo la mansión de Cindy Crawford en Malibú

Y algo muy parecido es lo que le ocurre al que fue uno de los rostros más venerados de las pasarelas mundiales, quien se ha vuelto a atrever a colgar el cartel de 'se vende' a otra de sus increíbles propiedades. Así es. No contenta con haber encontrado un nuevo propietario para su casa del Cabo de San Lucas, esta supermodelo estadounidense ha querido iniciar de nuevo los trámites para vender otra de sus más portentosas mansiones. Ésta, precisamente, se encuentra ubicada frente a las playas de Malibú, ofreciendo desde cada uno de sus rincones increíbles vistas hacia el Pacífico.

Con vistas al Pacífico de 360 grados

Todo un lujo despertar y encontrarse con esta auténtica maravilla de la naturaleza, pero más impactante es conocer todo lo que uno puede encontrar y con lo que puede disfrutar en el interior de este 'casoplón' de primera. En total, un conjunto de estancias formado por cuatro dormitorios, seis cuartos de baño, piscina exterior con zona de descanso y 'chill-out', cocina completa abierta al salón, spa privado e incluso pista de tenis. Además, colores como el azul y el blanco y la total y absoluta presencia de la madera se coronan prácticamente como imprescindibles en la decoración y construcción de la casa.

Una increíble escalinata de madera da acceso al segundo piso de la casa de la supermodelo en Malibú

Un juego de tonalidades que se fusión con la portentosa fuerza del mar y que otorgan al interior de la vivienda una luz perpetua y muy especial. Detalle del que también forman parte, cómo no, los grandes ventanales de los que pueden presumir todas y cada una de las habitaciones de este verdadero tesoro de la construcción. Y por si fuera poco, si hay algo que más llame la atención de todas y cada una de sus particularidades es la espléndida escalinata de caracol de madera que conduce al segundo piso de la casa.

Un espacio de tres hectáreas de terreno en el que, por supuesto, también se establece una entrada de acceso privado a su bonita zona de playa. ¿Qué más pedir para sentirse como una auténtica reina? Sin duda, la casa de Cindy Crawford tiene todo lo que uno se pueda llegar a imaginar. Y una de sus características más peculiares, además de haber citado ya las vistas que sus diferentes terrazas ofrecen, es la posibilidad de contemplar el océano con una vista de 360 grados. Sea cual sea el punto de la casa en la que uno se encuentre, el azul será con total seguridad el máximo protagonista de la escena.

La mansión cuenta con múltiples terrazas desde las que contemplar envidiables vistas panorámicas al Pacífico

Sin embargo, como era de esperar, el coste que la modelo ha establecido para su compra es tan sólo apto para verdaderos amantes de joyas de colección. Una cifra que se sitúa en los 60 millones de dólares y que lleva tras sus espaldas diversas reformas y reestructuraciones. Cambios a los que Cindy Crawford y su marido, Rande Gerber, decidieron comprometerse tras comprar la casa en 2015, apenas un año atrás, por 50 millones de dólares y que posiblemente ahora se conviertan en el objeto de atracción principal para su futuro comprador. Aunque en lo que concierne a la historia de este extraordinario inmueble, su construcción se remonta hasta nada más y nada menos que el año 1944.

Más de 70 años de antigüedad guardan sus muros y su estética aún sigue provocando una atracción y una atención bastante especial.Sin embargo, parece que lo que la supermodelo todavía sigue sintiendo por estos muros le ha llevado a no desprenderse de ella en su completa totalidad. De esta manera, tanto Crawford como su esposo se han atrevido a tomar una decisión que provocará que aún sigan existiendo lazos de unión entre la mansión de Malibú y toda su familia. El acuerdo se trata exactamente de continuar conservando parte del terreno y uno de los garajes que allí se encuentran. Algo a lo que, sin duda alguna, tendrán fácil acceso, ya que se sitúa puerta con puerta con otra de sus propiedades.