Fue en febrero de 2023 cuando Chiara Ferragni se convirtió para los italianos en una celebridad de pleno derecho y no una 'famosilla' de internet gracias a su papel como presentadora del festival de la música de Sanremo. Esto lo abalaron las cifras, consiguiendo la también empresaria que el certamen fuese la edición más vista de media desde 1997 anotando un 58,20% de share de media. Ahora, casi un año después de aquel momento, Chiara Ferragni vuelve a estar en boca de todos pero por haberse convertido en la protagonista de un escándalo de 'estafa' y 'engaño' con uno de los productos benéficos que anunciaba.
Fue a medios del pasado mes de diciembre de 2023 cuando la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado de Italia (AGCOM) multaba a dos de las empresas de Chiara Ferragni (Fenice y TBS Crew) con 1 millón de euros y a la empresa Balocco -fabricando del producto- con 420.000 euros por publicidad engañosa los millones de seguidores de la italiana en las redes sociales.
Chiara Ferragni y el 'pandoro' de la polémica | Fotos: redes socialesDesde noviembre de 2022, Ferragni se había asociado con la mencionada empresa para vender un pandoro -dulce típico navideño en Italia- bajo su nombre, imagen y marca al estar empaquetado en una caja rosa con el logo de su firma homónima y hasta con un pequeño muñeco que la representaba y que está también presente en todas sus marcas. Este dulce se vendía como algo con fines benéficos para el Hospital Regina Margherita de Turín. Como era de esperar, las ventas fueron todo un éxito, pero el problema llegó cuando descubrió -nunca mejor dicho- el pastel.
Con esta multa se daba también a conocer públicamente que la realidad de la donación era que la empresa Balocco había hecho una donación de 50.000 euros al mencionado hospital el mes de mayo anterior, no estando así condicionada la cuatía por el número de ventas del famoso pastel. Por este mismo motivo se consideró que era publicidad engañosa ya que daba lugar a equívocos la promoción ya que el pastel tenía un precio superior a lo común - un pandoro común suele costar 3,70 mientras que el de Ferragni valía 9 euros - y hacía pensar que la diferencia era lo que se donaría al hospital, pero nada más lejos de la realidad.
El comunicado de Ferragni siendo investigada
Tras esto, la influencer compartía en su perfil de Instagram un vídeo entonando el 'mea culpa' asegurando que iba a reparar el daño que había ocasionado y donaría un millón de euros -ganancias estimadas de sus empresas- al hospital de Turín para cumplir así con el deseo de los compradores del dulce. Eso sí, Chiara Ferragni también aseguraba que recurriría la multa que se le había impuesto por lo que consideraba excesivo para un "error de comunicación" que dio lugar a un "malentendido".
Fedez y Chiara Ferragni en el desfile de Louis Vuitton en Isola BellaEn cambio y pese a su intento desesperado para solventar el escándalo, este no ha ido a menos. Semanas después -ya a comienzos de 2024- la agencia de noticias italiana LaPress hacía público que la Fiscalía de Milán seguía investigando a Chiara Ferragni y a Alessandra Balocco, directora de la marca de pasteles, por fraude agravado. "Tengo plena confianza en el trabajo del poder judicial y en mis abogados. Inmediatamente me puse a disposición para cooperar y aclarar cada detalle de lo sucedido lo antes posible", decía Ferragni en un comunicado tras conocerse este hecho.
A esto se ha sumado también una caída en picado de su imagen pública. Chiara Ferragni no solo ha perdido en las últimas semanas más de 200.000 seguidores en su cuenta de Instagram -algo que por el momento puede parecer una nimiedad ya que cuenta con casi 30 millones-, sino también que varias marcas han cancelado sus acuerdos publicitarios. Es el caso de Safilo, la marca de gafas de Sol que fabrica las de la firma de Chiara Ferragni; y también Coca-Cola, con quien había grabado un anuncio el pasado mes de diciembre y que se esperaba emitir a finales del mes de enero de 2024 y por el momento no ocurirá. Estas, tal y como informan medios italianos, podría ser las primeras de muchas. Por si no fuera suficiente, la tienda de su marca en pleno centro de Roma ha amanecido con pitadas de "ladrona" y "estafadora".
